Estaciones de metro grandiosas
De Komsomolskaya, en Moscú, a Hollywood/Vine, bajo el Paseo de la Fama de Los Ángeles, diez estaciones que han convertido sus andenes en auténticos museos
Ahora que está de moda sacar el arte a la calle, hay ciudades que han optado por lo contrario: dejarlo bajo tierra, pero a la vista de todos. Por muy poquito dinero (el que cuesta un billete de metro) se pueden ver andenes y galerías del suburbano que son auténticos museos. Recorrido con diez paradas para un artístico viaje subterráneo por el mundo.
01 Una estación con aires heroicos
Komsomolskaya, Moscú
Es casi obligado comenzar este recorrido por el arte bajo tierra en el metro de Moscú, el más famoso del mundo. Unos nueve millones de usuarios recorren a diario las 182 estaciones de la red de metro moscovita, que es la forma más rápida y económica de moverse por la ciudad, y también un verdadero museo. No es muy variado en cuanto a temática (predominan la historia, la guerra y el pueblo soviético), pero las estaciones de la línea circular (Koltesavaiya) presumen de tener más mosaicos, mármol y héroes militares de los que uno pueda imaginar. Una de sus obras maestras es la parada de Mayakovskaya, en la línea Zamoskvoretskaya, construida íntegramente con acero inoxidable y rodonita, al más puro estilo art déco, pero destaca especialmente la estación de Komsomolskaya (línea Koltesavaiya) responde a una mezcla de palacio barroco, galería de arte, y canto a las glorias políticas de la antigua URSS. Impresionantes lámparas de araña, imponentes columnas de mármol, techos arqueados color crema y mosaicos inspirados en el discurso de Stalin de 1941 en el desfile de Moscú.
Para viajar en metro, lo mejor es adquirir un bono de varios viajes. www.mosmetro.ru. Hay que evitar las horas punta en Komsomolskaya porque es una de las estaciones más concurridas.
02 La galería de arte más larga
T-Centralen, Estocolmo
Mucho más moderno, aunque menos conocido que el metro moscovita, el metro de Estocolmo tiene detalles encantadores, como su propio nombre (tunnelbana, el tren del túnel), y presume de ser la galería de arte más larga del mundo, pues casi todas las estaciones albergan obras de diversos géneros. Una de las líneas más curiosas es la línea B, de aspecto cavernoso: cuando se excavó se dejó al descubierto la roca natural. T-Centralen es el centro neurálgico, a modo de salón del rey de la montaña, con arcos rústicos decorados con motivos tradicionales en blanco y azul del artista finlandés Per Olaf Utvedt. También tiene columnas con mosaicos y un mural de los trabajadores del tunnelbana en los andamios.
El consejo de Lonely Planet: Los transportes locales los gestiona Storstockholms Lokaltrafi k (www.sl.se), que tiene una oficina en el sótano de la Centralstationen (no confundir con T-Centralen).
03 Una parada en el arte del crimen
Baker Street, Londres
Sherlock Holmes es un personaje de novela tan real para los ingleses como para nosotros El Quijote. Aunque solo vivió en las novelas de Arthur Conan Doyle, se guarda su gorra con dos viseras, su pipa y por supuesto su domicilio “original”, en Baker Street. El célebre investigador dio incluso nombre a una de las primeras estaciones de metro de Londres, con azulejos decorados con la silueta del detective y su pipa. Cuando en 1863 comenzó a funcionar el Metropolitan (metropolitano), la primera línea subterránea del mundo, Baker Street ya figuraba entre sus estaciones y todavía sobrevive, al contrario que otras, que han caído en desuso y solo se adivinan como estaciones fantasma al paso de los trenes. Para los turistas es fácil pasar por aquí, ya que la estación es un punto neurálgico donde se cruzan cuatro líneas que llevan a los turistas al museo Madame Tussauds y a Regent’s Park.
Baker Street está en las líneas Circle, Hammersmith & City, Metropolitan, Jubilee y Bakerloo. Los andenes de Hammersmith & City son los más antiguos.
04 Bajo el Paseo de la Fama
Hollywood/Vine, Los Ángeles
Sí, es hortera, no se puede negar. Pero ¿quién quiere que la estación de Hollywood/ Vine sea otra cosa? El metro de Los Ángeles hace un homenaje al celuloide en esta estación de inspiración cinematográfica, que incluye un camino de baldosas amarillas, ascensores de cine, proyectores de la década de 1930 y las notas del tema Hooray for Hollywood en los pasamanos. Los techos están cubiertos con rollos de película y las falsas palmeras y los techos abovedados recuerdan a las salas clásicas de la ciudad. Por supuesto, como se trata de Los Ángeles, no faltan esculturas de automóviles. Si te gusta el cine, es de imprescindible visita.
La estación desemboca en el Paseo de la Fama de Hollywood, con sus famosas estrellas. A un paso encontraremos la Hollywood Library, la Capitol Record Tower. La siguiente estación, Hoolywook Highlands es la salida para el Kodak Theatre o el Hollywood Museum.
05 Aires ochenteros
Westfriedhof, Múnich
Sobria y austera, como los propios alemanes, esta estación es un lugar bastante lóbrego (el nombre ya lo avisa: Cementerio Oeste). Sin embargo, el diseño de la iluminación de Ingo Maurer ha conseguido transformar esta obra de hormigón y cemento de líneas rectas, en un escenario casi de videoclip ochentero, gracias a unas enormes lámparas que arrojan colores sobre las paredes y antenas y saturan el cemento de azules, amarillos y rojos vidriosos. Un lugar para tomar nota de cómo unas simples lámparas pueden transformar completamente un tétrico andén en un escenario casi artístico.
Westfriedhof está la línea U1 del U-Bahn. Para descansar, el cercano Hotel Laimer Hof, un pequeño castillo neorrenacentista (www.laimerhof.de).
06 El arte de la ostentación
Burjuman, Dubái
El metro de Dubái es –por supuesto– ostentoso, en línea con el resto de la ciudad y del país, pero con un cierto aire de ciencia ficción. Las estaciones presentan líneas modernas y decoración fantasiosa, inspirada en los cuatro elementos: tierra, aire, fuego y agua. Su atmósfera irreal y futurista se rompe gracias a la incorporación de algunos guiños a la arquitectura tradicional como miradores y arcos y edificios inspirados en conchas de mar, que aluden a la tradición local de los buscadores de perlas. Una de las paradas más notables (y recomendables) es la estación de Burjuman (o Khalid Bin Al Waleed): un derroche submarino de luces azules y lámparas de araña con lágrimas de medusas. Realmente imponente.
Burjuman está en el cruce entre las líneas Roja y Verde.
07 Ciencia ficción al estilo soviético
Estación de Flora, Praga
La estación de Flora, en Praga, es algo excepcional. Al meternos en el metro, dejamos por un momento el encanto clásico y art nouveau de la capital checa para descender a una auténtica película de la década de los setenta, con revestimientos geométricos que crean perspectivas largas y elegantes, y que desaparecen entre los túneles; como para coger la pistola espacial y el brazalete de teletransportación y correr por los andenes. Flora es una de las estaciones más impactantes, con globos dorados y burdeos que, desde los trenes, parecen líneas de luz. Ese efecto óptico se ve mejor desde la línea A. Impresionante también el vestíbulo de entrada, con los murales verdosos.
Flora está bajo el centro comercial Palác Flora, cerca del nuevo cementerio judío.
08 Una explosión cultural bajo tierra
Amur, Montreal (Canadá)
El Metro de Montreal es relativamente moderno porque se comenzó a construir en la década de 1960 pero desde el principio sus estaciones han servido para acoger obras de artistas de Quebec. Las estaciones están en varios niveles de explosión cultural: algunas destacan por sus aspectos arquitectónicos, como vidrieras que proporcionan a los usuarios luz natural, y otras cobran vida con esculturas y azulejos de colores. Namur sería una estación bastante inhóspita de no ser por Système, una escultura de aluminio enorme de Pierre Granche colgada del techo. Sus estructuras entrelazadas recuerdan a moléculas o pompas geométricas y dan al lugar un aire mágico y etéreo.
La estación Namur está en la línea Orange, algo irónico, puesto que lo que domina es el color gris y acero.
09 Esta estación es un yacimiento arquelógico
Sintagma, Atenas
El metro de Atenas, única ciudad griega con suburbano, es bastante nuevo, pero en una ciudad como esta resulta imposible que no esté lleno de objetos artísticos procedentes de excavaciones, o réplicas de los mismos. El proceso de tunelación comenzó a principios de la década de 1990, y fue la primera vez que tuvieron que colaborar muy de cerca los ingenieros industriales griegos que construían el metro con los arqueólogos del Ministerio de Cultura, que rescataban y catalogaban todo lo que se descubría bajo la superficie de la ciudad. Por ejemplo, en la estación de Sintagma (en el cruce de las líneas 2 y 3) se hallaron baños romanos, una fundición de esculturas, una carretera antigua, un acueducto y el lecho de un río.
Para contemplar más antigüedades, nada mejor que ir al Museo Arqueológico Nacional (metro Viktoria), donde se muestran muchos de los hallazgos encontrados en Atenas en el s. XIX. Es visita imprescindible con más de 10.000 metros cuadrados y miles de obras expuestas. www.nanuseum.gr.
10 Entre murales y arte religioso
Universidad de Chile, Santiago de Chile
Entre todas las estaciones de metro del mundo que incorporan elementos artísticos, hay pocas que puedan compararse con la de Universidad de Chile, en Santiago de Chile: allí podemos tener la sensación de encontrarnos en una galería de arte con obras de los más variopintos estilos (desde el muralismo al arte soviético) o incluso en una iglesia renacentista. Sus paredes están cubiertas con un mural gigante de Mario Toral que repasa la historia de Chile en un estilo heroico grandioso, que remite al arte soviético o al cine art déco, pero que consigue plasmar todo el dolor del pasado chileno (torturas, miedo, represión), junto a los momentos más álgidos. Es un logro majestuoso que bien merece un desvío.
El metro santiaguino alberga más puntos artísticos, como la estación Santa Lucía cuenta con mosaicos portugueses tradicionales (donados por el metro lisboeta).
Esta selección de estaciones y otras 990 originales ideas para viajar forman parte del libro "1000 lugares únicos" de Lonely Planet (GeoPlaneta).
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