Terrazas hacia el mar
VILLA GADEA, un ‘resort’ de estilo caribeño en la entrada a Altea
A pesar de la saturación hotelera que padece el litoral mediterráneo, hay destinos de toda la vida que, como los viejos rockeros, nunca mueren. Uno de ellos es Altea, acogotado en su olla entre Benidorm y Calpe, aunque el casco viejo ha resistido la amenaza inmobiliaria gracias al encanto de su iglesia parroquial de Nuestra Señora del Consuelo y el caserío luminoso que se descuelga por sus faldas.
Abajo, sobre la carretera, sí que los antiguos campos han sido presa de un desarrollismo a ultranza. Como la urbanización levantada sin escrúpulos a la entrada desde la autopista, culminada por un hotel vacacional de impresionante facha... siempre que se traspase el portón giratorio, secundado por un ánfora y un ancla que parece significar su proximidad al mar. Villa Gadea aparece entonces como un resort (complejo turístico) de enormes proporciones con tres piscinas lacustres entrelazadas, un centro termal de talasoterapia único en la zona y, ya en los lindes traseros de la finca, sin acceso directo al mar, un mirador desde el que se otea el macizo picudo de la Sierra Helada y los rascacielos más altos del llamado “Benihattan”.
En pleno verano, lo primero que le entra por los tuétanos al recién llegado es el griterío de la chiquillería que campa a sus anchas por el complejo. Aquí el plan experiencial se vive al no tener que rascarse mucho el bolsillo para repantingarse en familia una semana, por lo menos, y levitar sobre los rescoldos de la prima de riesgo u otros sinsabores cotidianos. Hay quien lo ha definido ya como un resort caribeño, seguramente por el modelo que implantó aquí la cadena Meliá antes de abandonar la gestión del hotel.
Cierto que el servicio está bajo mínimos. No importa. Según qué fechas, la noche puede salir a 40 euros por persona. La decoración de las 202 habitaciones es intrascendente, en tonos suaves, del color de la madera de pino, con cuadritos industriales, lámparas clásicas y cabeceros de gamuza historiada. A gusto de los niños, se podría afirmar. La mayoría se abre a una terraza exterior. Amplias y confortables, estas habitaciones dan al mar, porque las delanteras (que son minoría) no se aguantan en verano del intenso tráfico que peina el edificio. ¿Cómo se han podido construir?
Algo inadvertido queda el spa para la mayoría de la clientela, pese a su equipamiento lúdico. ¿Qué más se puede pedir? Sí, por favor, que tengan abierto el gimnasio y en mejores condiciones.
Villa Gadea
Categoría oficial: cinco estrellas
Dirección: Partida de Villa Gadea, 03599 Altea (Alicante)
Teléfono: 966 81 71 00. Fax: 966 88 18 78. Central de reservas: 902 45 30 15 (SH Singular Hotels)
www.hotel-villa-gadea.com
Habitaciones: 182 dobles, 19 júnior suites y 1 suite presidencial
Servicios: No hay habitaciones adaptadas para discapacitados, animales domésticos prohibidos
Precio: Desde 160 euros, IVA incluido, la habitación doble; desayuno, 16 euros
Puntuación: 6,5
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