La colorista amenaza del guirrio

Cuando los guirrios danzan violentamente, suenan los cencerros que cuelgan de su cintura. Con sus grandes tenazas amenazan al público mientras golpean a las muchachas con vejigas secas de cerdo. Y todo al tiempo que gritan... Sin embargo, lo más peculiar de estos seres carnavalescos son sus máscaras. Conos de cartón decorados con flores de papel de los que sobresalen abanicos rematados con flecos. Lo aparatoso del penacho no impide a los guirrios bailar como locos por las calles de Llamas de la Ribera o Velilla de la Reina, pueblos de la ribera del Órbigo en León. Para pillar a los guirrios en toda su colorista amenaza, hay que pasarse por allí el Domingo Gordo de Carnaval, que este año cae el 19 de febrero (www.turismoleon.org).
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Sobre la firma

Escribe en EL PAÍS desde 2003, donde también ha ejercido como subjefa del Lab de nuevas narrativas y la sección de Sociedad. Actualmente forma parte del equipo de Fin de semana. Es máster de EL PAÍS, estudió Periodismo en la Complutense y cine en la universidad de Glasgow. Ha pasado por medios como Efe o la Cadena Ser.