La estación de esquí más grande del mundo

"Probablemente, toda una vida no da para esquiarlo todo". Manuel Alonso, un catalán afincado en el Trentino y guía de montaña italiano, se refiere así al dominio esquiable que ofrece esta región del norte de Italia, en la frontera con Austria.

Un paisaje de montaña con denominación de origen; alta cocina y excelentes vinos a muchos metros de altura y un área esquiable que abarca un total de 12 valles, aguardan a los amantes de la nieve y el buen yantar. El aumento de las conexiones aéreas acerca, más que nunca, el espectacular reino de los Dolomitas.

Desde las profundidades marinas

La verticalidad de los Dolomitas llama la atención desde el primer instante. El espigado Sassolungo y los sólidos muros del Piz Boé se disparan hacia el cielo de Val di Fassa (www.fassa.com), centro neurálgico de una región con muchas particularidades. Por ejemplo, el ladino, lengua retorromance que sólo se habla en esta región. O la dolomía, un peculiar tipo de roca que da nombre a estas montañas, cuyo origen extraña y sorprende al mismo tiempo: un arrecife oceánico que emergió para convertirse en un territorio de nieve y esquí prácticamente inabarcable.

Dolomiti Superski (www.dolomitisuperski.com), el mayor dominio esquiable del mundo que se despliega alrededor de los macizos del Sella y la Marmolada, resulta abrumador. Tanto en cifras (1.200 kilómetros en pistas, 12 valles y 150 kilómetros cuadrados de área esquiable) como en precio: todo accesible con un único forfait de 40 euros al día. Pero sobre todo atrapa por su entorno, único en el mundo.

'Sella ronda'

La conocida Sella Ronda, un circuito de esquí de 40 kilómetros alrededor del Grupo del Sella, permite disfrutar del ambiente y la belleza de los Dolomitas, y conectar con tres valles más sin necesidad de coger el coche: Alta Abadía, Val Gardena y Arabba. Éste último da acceso a la gigantesca la Marmolada (3.342 m) y su Punta Rocca, donde arranca la interminable pista Bellunese: 12 kilómetros de esquí sobre un glaciar, desde el mismo techo de los Dolomitas.

Las posibilidades se multiplican fuera de pista, con recorridos tan increíbles como Val Lasties o el propio glaciar de la Marmolada, en los que es recomendable contratar los servicios de algún guía de montaña local y consultar siempre las condiciones de la nieve, pues se esquía por zonas propensas a las avalanchas.

También para no esquiadores, dos miradores permiten disfrutar igualmente del magnífico panorama que rodea a Val di Fassa. El primero se encuentra en el área de Belvedere (accesible desde Canazei) y se ubica entre las moles rocosas de la Marmolada y el Sella. En frente, las 'Cinque Dita' simulan los dedos de una mano, junto al Sassolungo (3.181 m). El segundo, ofrece una panorámica de 360 grados de los Dolomitas desde la terraza del refugio Maria Sass Pordoi, a 2.950 metros.

Cocina de altura

La excelencia paisajística de los Dolomitas se hace extensible sentados a la mesa de sus refugios de montaña, que conforman auténticos restaurantes de alta cocina a 2.000 metros de altitud. De hecho, se asegura que el refugio Averau (0039 0436 4660, rifugio.averau@dolomiti.org), a 2.416 metros, es el principal reclamo para los esquiadores en el área de Cinque Torri, valle de Cortina D'Apezzo. Se recomienda reservar previamente, o arriesgarse a perder varias horas de esquí esperando una mesa libre.

Bajo los imponentes muros del Sassolungo, se puede degustar también un exquisito pescado fresco, acompañado de un refrescante vino blanco del Trentino, excelente región vinícola. Es la especialidad de la casa en el refugio Emilio Comici (www.rifugiocomici.com), a 2.154 metros entre Val di Fassa y Val Gardena, que incluye cenas románticas con posterior descenso nocturnos en la carta.

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