36 calles de taquicardia urbana
Hanoi estresa, empapa y ensordece. Ruido, humedad y un ritmo infernal que agotan y enganchan de forma irremediable a un mismo tiempo
El corazón de Hanoi es pura taquicardia: cláxones, griterío, variopintas mercancías en plena calle y una invasión de motos. Al sumar una tropical y sudorosa atmósfera, y algún diluvio esporádico, imaginen al atónito viajero que acaba de bajarse del avión. Pero inexplicablemente, pasear (y sobrevivir) a la capital de Vietnam engancha cual sana droga dura, y resulta un ejercicio imprescindible para quien viaja al país del oro blanco.
01 Barrio Antiguo
La razón por la que este apretado nudo de callejuelas impregnadas de suciedad y carácter seduce a tantos viajeros resulta algo incomprensible. Agobiante y atractivo, hoy es zona mochilera por excelencia. La vista nunca descansa, hay demasiado que mirar. El férreo carácter comercial proviene de su nacimiento en el siglo XIII, cuando los 36 gremios de Hanoi dieron forma a su caótica disposición de calles temáticas: la de la seda, la de los herreros... Hoy los gremios han aumentado y la atmósfera es igualmente sobrecogedora. Por ejemplo, al pasar por una tienda de lápidas esculpidas a mano con la imagen del fallecido incluida.
02 Marionetas de agua
Junto al acelerado Barrio Antiguo, el teatro de marionetas de agua Thang Long resulta un oasis anti estrés. Espectáculo tradicional y milenario, nacido en los campos inundados del delta del río Rojo, al norte del país, representa historias de la vida cotidiana en los arrozales. El escenario es una pequeña piscina sobre cuyas aguas se deslizan las marionetas (campesinos, dragones, búfalos de agua, etc) manejadas por una decena de titiriteros ocultos tras un biombo de bambú. En un escenario contiguo, una orquesta de música popular vietnamita teje el argumento sonoro sobre el que danzan ágiles las marionetas, pirotecnia incluida.
03 Taichí y tortugas mágicas
Hay que prestar atención al caminar por el puente rojo de The Huc, que cruza las aguas del Lago Hoan Kiem. Se especula que hay tortugas viviendo en sus turbias aguas, e incluso que proporcionan buena suerte a quienes consiguen verlas cuando asoman a la superficie, debido a su (más que dudosa) ascendencia divina. Advertencia a los madrugadores: no extrañarse ante una multitud de personas que agitan su cuerpo y extremidades en el parque que rodea el lago. Practicar taichí al amanecer es una de las actividades colectivas más extendidas entre los habitantes de Hanoi.
04 Un rincón medieval en Hanoi
De regreso al tráfico infernal del Barrio Antiguo, que obliga a no pocas dosis de valentía para cruzar la calle, sorprende encontrarse de repente con la fachada neoclásica de la Catedral de San José. El Medievo más europeo en pleno corazón de Hanoi. Este rincón del barrio, algo más tranquilo, resulta igualmente interesante por la nutrida oferta de cafés y restaurantes donde tomarse un respiro contra el sofocante clima vietnamita.
05 Barrio francés
Las casas tubo del Barrio Antiguo mutan en elegantes edificios de época colonial al entrar en el Barrio Francés, al sureste del Lago Hoan Kiem. Destaca la glamurosa Sing Bing, la Ópera de Hanoi. Levantada a principios del siglo XX, tiene su hueco en la historia reciente del país: desde su balcón el Vietminh de Ho Cho Minh anunció en agosto de 1945 que había arrebatado el control de la ciudad al gobierno colonial francés.
06 Hotel Metropol
El poso colonial alcanza su máximo esplendor en los salones del lujoso Hotel Metropole. Levantado en 1901, aquí se refugiaron Charles Chaplin y Paulette Goddard tras su boda secreta, pero si hay una sombra alargada en su interior es la de Graham Green: desde la suite que lleva su nombre, hasta el Graham Greene cocktail, disponible en el Bamboo Bar. Allí sentado, el escritor británico dio forma a su conocida obra El americano impasible (1955). Green llegó a Hanoi en el 51 como corresponsal de la revista París Match, y noveló magistralmente los primeros (y encubiertos) tiempos de la presencia militar americana en Vietnam.
07 El reposo de 'Tío Ho'
Madrugar para entrar al Mausoleo de Ho Chi Minh tiene recompensa: integrar la respetuosa hilera de vietnamitas llegados desde todo el país para desfilar silenciosos ante el cuerpo embalsamado del venerado libertador del país. Nada de fotos, cuchicheos o parones ante el cuerpo de Tío Ho, los serios miembros del ejército que custodian el trayecto de los visitantes no lo permiten. Aviso: entre octubre y diciembre el cuerpo viaja a Rusia para su conservación. Junto al mausoleo está el palafito donde vivió el dictador, conservado tal y como lo dejó en 1969, y la curiosa estructura en forma de flor de loto de la Pagoda de Pilar Único, que descansa sobre una sola columna.
08 Ho Chi Minh en clave surrealista
De apariencia extraña, el Museo Ho Chi Minh realiza un instructivo recorrido por la trayectoria vital del dictador: turbulenta infancia por el activismo político paterno; emigración a Europa en un mercante y tiempos como periodista en París; introducción en el comunismo ruso y regreso a Vietnam para liderar la lucha independentista y, finalmente, la guerra contra los americanos a la que no sobrevivió. Repleto de simbología (un accidentado Ford Edsel recuerda tan sonada derrota militar), la muestra ofrece rincones surrealistas como la espeluznante contextualización histórica del inicio o una curiosa deconstrucción del Guernica de Picasso.
09 La casa de Confucio
Una célebre frase de Confucio asegura que "cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla". En el caso del Templo de la Literatura de Hanoi, excelente muestra de arquitectura tradicional vietnamita, resulta complicado no hacerlo, aunque sólo sea por el silencio que garantiza al visitante en medio del caótico, húmedo y ruidoso ritmo de Hanoi. Erigido en honor al influyente filósofo chino a principios del siglo XI, se convirtió en la primera universidad de Vietnam: una elitista escuela para los hijos de mandarines, que exigía cierto nivel académico a los aspirantes. Los más aventajados quedaron inmortalizados en las 82 estelas de piedra que registran los nombres de los graduados, y conforman las piezas más valiosas del templo.
10 Para estómagos recios
La armonía de templos y pagodas se diluye al entrar en cualquier mercado callejero de Hanoi. Son diferentes, con un particular concepto de la higiene: es fácil ver a un motorista comprar un pedazo de carne sin bajarse del asiento ni apagar el motor. Peces vivos y coleando, una asombrosa variedad de productos desecados, multicolores puestos de especias, robustas ranas, mil tipos de verduras, ollas humeantes con el plato del día... y hasta un perro asado para quienes tengan hambre y el estómago bien preparado. Dos perlas en el Barrio Antiguo: mercado callejero de Pho Gia Ngu y el enorme y acomodado de Dong Xuan.
Más propuestas e información en la Guía de Vietnam
GUÍA
Visitas
- Teatro de marionetas de agua Than Long (Dinh Tien Hoang , 57). Telf.: 824 5117. www.thanglongwaterpuppet.org
- Opera de Hanoi (Trang Tien, 1). Telf.: 933 0113. www.cinet.gov.vn/
Dormir
- Sofitel Metropole Hotel (Pho ng Quyen, 15). Telf.: 826 6919. www.sofitel.com
- Golden Lotus Hotel (Pho Hang TRong, 32). Telf.: 928 8583. www.goldenlotushotel.com.vn
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