Revolución en los kilovatios
Desde la gestión de las redes de suministro eléctrico hasta los hogares, la digitalización es la gran aliada para lograr la mejora de la eficiencia
Desde que a finales del siglo XIX la luz llegase a las calles de algunas ciudades españolas hasta que ahora, en 2021, en plena ola de frío provocada por el temporal Filomena, se alcanzase el récord histórico de consumo eléctrico, vigente desde 2007, han pasado prácticamente 140 años y la electricidad se ha convertido, de lejos, en la principal fuente energética de los hogares españoles.
Sin embargo, el país no es precisamente eficiente en lo que a electricidad se refiere. "España es deficitaria en cuanto a generación eléctrica, por lo que nos vemos obligados a importar esta energía. En este sentido, cualquier ahorro es de suma importancia; no solo a efectos económicos, sino también como estrategia a nivel nacional", explica Míriam Dias, responsable de Efitecture, empresa experta en eficiencia energética. Sobre la mesa está la apuesta institucional de llevar al sector hacia la transición ecológica con menos emisiones, menos costes y mayor presencia de renovables.
La electricidad eficiente viene a significar una reducción de la potencia demandada al sistema sin que esta restricción afecte a las actividades cotidianas, ya sea de una industria o de una vivienda. "En primer lugar, implica la reducción del consumo eléctrico y consecuentemente la rebaja de la factura. En segundo lugar, se logra la reducción de las emisiones de dióxido de carbono, con lo que hacemos frente al cambio climático. Además de ello, fomentaremos la optimización de los procesos de fabricación y de los servicios, mediante la prevención de averías eléctricas. Y finalmente, la adecuada digitalización y gestión de los consumos de energía, permiten una adecuada toma de decisiones estratégicas, a todos los niveles", resume Dias.
En la búsqueda de la eficiencia eléctrica la tecnología tiene un papel fundamental. Según un informe del Foro Económico Mundial la digitalización del sector podría ahorrar hasta 1,2 billones de euros en todo el mundo. Esa transformación ha de ir desde la generación de la energía a la distribución e incluso hasta el consumidor final "En el ámbito de la distribución, nuestro principal aliado para mejorar la eficiencia energética es la digitalización de nuestra red", explica Eva Mancera, directora de i-DE del grupo Iberdrola. "Las inversiones en esta digitalización, el análisis del big data para la detección del fraude y un programa de renovación de activos orientado a la reducción de pérdidas técnicas ha permitido a la compañía reducir hasta el 6,5% su nivel de pérdidas", concluye. Al evitar estas pérdidas en la distribución, la eficiencia de la red se multiplica.
Redes y contadores
Parece incuestionable que la tecnología es un pilar fundamental sobre el que se construye la eficiencia enérgica. "El hardware basado en los últimos desarrollos electrónicos y el software con aplicaciones digitales de última generación permiten aplicar las tres etapas que definen la visión de la Energía 4.0: la minería de datos en la nube, el análisis inteligente y automático de los mismos y las acciones que derivarán en la mejora de la cuenta de resultados del cliente, como consumidor de la electricidad", sentencia Dias. Esto se traduciría, por ejemplo, en poder utilizar el big data para perfeccionar modelos de previsión de la demanda energética.
De momento, uno de los pasos más evidentes en los que se percibe esa apuesta por la tecnología para fomentar la eficiencia son las redes inteligentes, infraestructuras en las que la digitalización permite gestionar de una forma más fiable, sostenible y segura el suministro eléctrico. Su cara más visible y conocida son los contadores inteligentes. Estos aparatos fueron promovidos por una directiva europea de 2009 para permitir la participación activa de los consumidores en el mercado eléctrico implicándoles en la transición energética y posibilitando el ahorro con ofertas personalizadas. Según un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de junio de 2019, más del 99% de los contadores en España eran inteligentes, unos 28 millones.
"Con los contadores inteligentes, los clientes y las empresas de distribución disponen de información que permite mejorar la eficiencia. Los clientes pueden acceder a las lecturas horarias para ver su consumo en días anteriores y también ver en tiempo real qué potencia están consumiendo. Con la información de los contadores inteligentes desplegados, la empresa distribuidora puede detectar de forma inmediata la existencia de averías y corregir niveles inadecuados de tensión, lo que permite reducir pérdidas y alargar la vida de los activos", señala Mancera.
La apuesta por la domótica
Aunque si hay un campo en el que la información, la digitalización y los últimos avances confluyen en favor de la eficiencia ese es el de la domótica. "Se trata de poder medir esos consumos para luego identificar de dónde vienen y poder utilizar acciones correctivas", señala David Alvira, gerente comercial de ID Domótica, al mismo tiempo que advierte: "No es una varita mágica, por poner domótica en casa no significa que vayas a ahorrar". Se trata, de nuevo, de ofrecer la información y hacer al consumidor parte activa hacia una transición ecológica y eficiente.
En la actualidad, es sencillo disponer de termostatos, interruptores o bombillas inteligentes que facilitan el ahorro aunque el avance del big data, el internet de las cosas y la inteligencia artificial pronostican un futuro mucho más automatizado y, aseguran, más eficiente. "Se tienden a automatizar cada vez más los procesos hasta que realmente la casa pueda funcionar prácticamente por sí sola, con un control cada vez más intuitivo", explica Alvira. Esto, que en principio podría hacernos rememorar los peores capítulos de la serie Black Mirror, se resume por ejemplo en que la climatización de la vivienda se autorregule teniendo factores como el número de personas que hay en la habitación, el clima y la previsión meteorológica o las tarifas de la electricidad fomentando el ahorro y la eficiencia.
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