¿Necesitas relajarte? Estos son los mejores masajeadores de pies eléctricos

Puede que no supieses esto, pero los pies, esas partes del cuerpo que tendemos a tener olvidadas, tienen más de 7000 terminaciones nerviosas que son capaces de conectar con, básicamente, todos los espacios de nuestra anatomía (de ahí que existan disciplinas de masajes exclusivamente dedicadas a ellos) gracias al uso de presión, temperatura y tacto. Es entonces de locos que los tratemos con tan poco cuidado: estando de pie durante horas, utilizando calzado inapropiado, fallando en hidratar nuestros talones y mimar nuestros pies... resulta que aunque exista el refrán que todos conocemos, no parecemos capaces de ponernos en los zapatos de nuestros propios pies.

Una posibilidad de cambiar esto es el uso de masajeadores eléctricos para el hogar. Sí, no son los más económicos, pero tampoco lo es ir todas las semanas o todos los días a que alguien nos dé un masaje. Lo que sí son es efectivos, no muy voluminosos, muy fáciles de utilizar y producen una sensación de bienestar que recuerda a esas visitas a especialistas en la relajación sin tener que moverse de casa.

Hemos probado cuatro modelos distintos y los hemos comparado para elegir el que nos ha parecido el mejor. Sin embargo, la necesidad de cada quien siempre es un factor a tomar en cuenta. En este caso los hemos probado sin sufrir ninguna dolencia específica.

Masajeador de pies Shiatsu con calor de Snailax

Por qué lo recomendamos: es el ganador de la comparativa. Este masajeador eléctrico cuenta con seis cabezales rotantes con 18 nodos en total, que presionan puntos clave a lo largo de toda la planta del pie. Ofrece tres técnicas distintas de masaje, tres modos de intensidad y dos opciones de calor, que hacen del momento algo bastante placentero. Se puede programar para apagarse en 15 minutos por si solo. Tiene una funda para protegerlo, que se puede lavar, y es cómodo y ligero... además de parecer tener materiales de buena calidad.

Sus puntos débiles: la funda de tela sobre la que se ponen los pies no es extraíble y solo se puede alzar un poco del suelo con unas pequeñas alzas extras. No tiene control remoto.

Masajeador de pies eléctrico de Dyroe EMS

Por qué lo recomendamos: este masajeador es el que más difiere de los otros tres de la comparativa. Compacto y ligero, se puede describir como una alfombrilla de poliuretano, muy fácil de transportar y guardar, que cuenta con dos pequeños botones en el centro donde se conecta un pequeño aparato que interactúa con un control remoto y a través del cual se establece la intensidad y los modos del masaje. Tiene ocho modos y 19 niveles y es muy simple de utilizar. Se carga con USB.

Sus puntos débiles: ha sido el que menos me ha gustado con diferencia por la sensación que produce. Al generar impulsos eléctricos que suben desde el pie a la pierna (y que se ha probado que pueden tener efectos terapéuticos en casos de inmovilidad o ciertas terapias) la sensación no es de relajación sino más de bien de ser levemente electrocutado (puede que agrade a algunas personas, no es mi caso). De hecho no probé todos los niveles, se me hizo altamente incómodo y una extraña sensación de cosquilleo tras utilizar el masajeador se mantuvo en mis piernas por varias horas.

Masajeador eléctrico de pies Shiatsu de Renpho

Por qué lo recomendamos: este aparato recuerda más a un masaje humano. Se coloca en el suelo, se conecta a la electricidad, y se enciende. Es muy sencillo de utilizar, tiene solo tres botones (encendido, opción de calor y opción de masaje) y muy satisfactorio. Cuenta con seis cabezales independientes, con 18 nodos, que se mueven en círculo – la velocidad y dirección pueden elegirse – y que presionan y masajean completamente la planta del pie. La altura con respecto se puede ajustar con una palanca que tiene en la parte posterior. Otra ventaja es que se puede utilizar también para dar masajes a las pantorrillas, los antebrazos e incluso la espalda siguiendo las simples instrucciones que incluye. La opción de calor es un extra de confort que se agradece. Y también lo es que la cubierta de tela que protege los nodos se pueda extraer para lavarse.

Sus puntos débiles: es el más voluminoso de los cuatro que probamos y el más pesado. La sensación de calor es muy leve, casi imperceptible y cuenta con pocos modos de masaje para elegir. No cuenta con control remoto.

Masajeador vibrador de Snailax

Por qué lo recomendamos: en este caso se trata de una máquina que genera masajes por vibración (tiene tres modos y tres intensidades y también calor) y no por rotación. Permite ponerse de pie, lo que no pasa con las otras probadas, siempre que se pesen hasta 90 kilogramos. Las palas en que se depositan los pies tienen 100 pequeños bultos redondos y de plástico sólido que hacen contacto con el pie durante la vibración. Tiene también una funda lavable y un cómodo control remoto.

Sus puntos débiles: es voluminosa, el calor que produce casi no se siente y la vibración es mucho menos satisfactoria y relajante que el masaje por rotación que ofrecen dos de las otras opciones. Además, es el más caro de todos los productos probados.

*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 28 de agosto de 2024.

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