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Humanitarios en la primera línea del desastre en tiempos de pandemia El 19 de agosto se conmemora el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria. Este 2020 ha mostrado lo importante que es que la ayuda llegue a quienes más lo necesitan en Líbano, Sudán del Sur, Filipinas o Bangladés. Un grupo de humanitarios de Acción contra el Hambre cuenta cómo es su trabajo “No poder llegar a las comunidades durante las dos semanas de cierre absoluto ha sido lo más duro con diferencia. Nunca nos había pasado y sabíamos que nos estaban esperando, que muchas personas seguían necesitándonos y simplemente no podían permitirse esta espera. Poder al fin llegar de nuevo y ver la expresión de quienes nos habían estado esperando fue un verdadero alivio”. ACH “No poder ir a las comunidades mientras se adecuaban y establecían las normas y protocolos de seguridad fue el momento más duro durante la pandemia. Pero también hemos aprendido a continuar con nuestro trabajo y que las personas en las comunidades sientan que estamos con ellas. Eso es lo más gratificante para un humanitario, ver la reacción en los rostros de las personas que nos estaban esperando”. ACH “La creatividad y la capacidad continua de trabajo en equipo son las habilidades cruciales para tener éxito en estas circunstancias que requieren nuevas soluciones y en un momento inusual en el que cada trabajador tenía que velar por su seguridad personal al tiempo que ayudaba a los demás”. ACH “Creo que lo más duro ha sido el miedo a contagiarme, o a que alguien de mi equipo se contagiase. El momento más difícil fue cuando tuve que subirme a un avión para ir al Amazonas, donde los casos de covid-19 incrementaban a gran velocidad, una zona del país que no conocía, con un equipo de trabajo que no conocía y con el riesgo latente a ser contagiado, dejando atrás a mi familia. Pero la logística no se detiene, de nosotros depende que todos nuestros compañeros tengan lo necesario para hacer su trabajo, es una cadena”. ACH “Para trabajar contra el reloj tienes que ser muy consciente de que un retraso en una entrega puede significar que un niño o una niña se queden un día sin comer. 'Reinventar' ha sido la palabra clave durante este periodo de pandemia y esto nos incluye a nosotros como trabajadores humanitarios, nos hemos visto en la necesidad de modificar nuestro día a día y adaptarlo a una nueva realidad, organizar nuestro trabajo en función de atender una población que hoy nos necesita más que nunca”. ACH “Durante la emergencia del Tifón Haiyan, que arrasó Filipinas en 2013, en mi ciudad natal fueron los trabajadores humanitarios quienes respondieron inmediatamente y ayudaron a reconstruir nuestra ciudad tras quedar destruida por la tormenta”. ACH “Mi principio como trabajadora humanitaria es hacer todo lo que pueda y no dejar a nadie atrás. La emergencia ha supuesto un desafío y nuestra obligación es adaptarnos y continuar, porque este trabajo es compartir experiencias y aportar, especialmente en tiempos de crisis”. ACH “Mi experiencia en el campo humanitario me enseñó a estar lista para enfrentar cambios en cualquier momento y manejar cada situación de manera diferente. En medio de la pandemia, todavía me di cuenta de que nuestros beneficiarios eran los que más nos necesitaban. Necesitaban información correcta en el momento adecuado para evitar contraer la enfermedad”. ACH “Mi experiencia en áreas afectadas por conflictos y en la gestión de las enfermedades más infecciosas del mundo, como los brotes de cólera en los campamentos de desplazados de Sudán del Sur, han fortalecido enormemente mi capacidad para mantener una actitud positiva y cautelosa cuando asisto a las personas con las correspondientes medidas de seguridad durante la pandemia de la covid-19. Mi satisfacción: ayudar a los demás, sabiendo que estoy contribuyendo en la lucha contra esta enfermedad, a pesar de todos los desafíos”. ACH “Trabajamos con comunidades vulnerables que necesitan nuestros servicios y, como trabajador de la salud, mi prioridad es salvar vidas. Mi alegría: ser capaz de servir a las personas que más lo necesitan, un trabajo crucial y muy necesario. Antes de la pandemia me he encontrado con situaciones muy complejas que nos han obligado, como trabajadores sanitarios, a adaptarnos rápidamente para salvar vidas (por ejemplo, durante brotes de diarrea acuosa aguda en áreas de difícil acceso y con recursos limitados). La covid-19 presenta numerosos desafíos”. ACH “Con la pandemia de covid-19, el resto de los servicios de salud han quedado desatendidos. Mi experiencia previa me ha ayudado a adoptar un pensamiento sistémico y a ver cómo llenar los vacíos existentes, para ver cómo mejorar la eficiencia de los sistemas sanitarios en el futuro. Lo que me mantiene motivado es darme cuenta de que podríamos estar perdiendo más madres e hijos debido a causas prevenibles, lo que me hace esforzarme aún más. El papel de Acción contra el Hambre en el fortalecimiento de los sistemas de salud comunitarios se centra en las personas y está teniendo un impacto duradero. Tenemos una gran aceptación por parte de las comunidades con las que trabajamos, lo que también me motiva. También me inspira nuestro personal de primera línea que sacrifica mucho para garantizar una mejor calidad y cobertura de nuestra labor”.
“Mi experiencia trabajando con comunidades afectadas por conflictos ha estado condicionada por las restricciones de acceso y movimiento. La pandemia me ha permitido comprender que, durante las emergencias, podemos llegar a las comunidades, incluso con apenas contacto físico. El miedo a la enfermedad ha sido el mayor problema aquí. La poca información sobre el virus, especialmente sobre el modo de transmisión, significa que existe el temor de que haya un modo de transmisión desconocido hasta ahora, lo que pone a todos, incluso a aquellas personas que practican las medidas preventivas y de distanciamiento social, en riesgo de transmisión”. “Cuando se anunció el cierre de fronteras internas en el país gran parte del equipo tuvo que decidir en un momento si seguir trabajando en zonas remotas o tratar de volver a casa con su familia, lo que supuso una importante carga de estrés psicológico: estar lejos de tu familia en un momento como aquel y seguir volcado con la población es algo que solo se puede gestionar con un fuerte compromiso humanitario”. ACH “Fue muy gratificante cuando el miedo desapareció y tanto los equipos como las comunidades comprendieron que se podía seguir trabajando y salvando vidas respetando las medidas de distancia y prevención”. ACH