La vida de muchos de nosotros cambió en un instante cuando se declaró la pandemia de la covid-19. De un día para otro se nos aconsejó quedarnos en la seguridad de nuestras casas, nos pidieron mantener distancias de seguridad y ser cuidadosos con nuestra higiene. Pero para millones de personas que viven en contextos frágiles la inestabilidad, el conflicto y la violencia ya había cambiado sus vidas, y ahora, hacen frente a una situación sin precedentes: una crisis sanitaria y económica que pone en riesgo su futuro. Hay 25,9 millones de refugiados en todo el mundo, la cifra más alta registrada en la historia. No todos estamos viviendo de la misma forma las restricciones ante la COVID-19. Lo cuentan bien estas imágenes recopiladas por la ONG World Vision.
Muombi, de 15 años, fue separada de su madre cuando su familia huyó de los combates en su aldea. Luego fue abandonada por su hermano mayor y ahora vive con amigos de la familia en el campamento de desplazados internos en Goma, República Democrática del Congo. Todos los días, Muombi va al bosque en busca de comida y se expone a riesgos como la violencia sexual y el abuso para comer.