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Así se hace papel con excrementos de elefante Todo es culpa del mal sistema digestivo de los paquidermos, que originan una cantidad significativa de fibras intactas cuando defecan. ¿Resultado? Un estiércol que es materia prima perfecta para la producción de celulosa en esta fábrica pionera en Sri Lanka En 1997 nació Maximus Ltd., una empresa que contaba con siete trabajadores y una pequeña fábrica en Kegalle (Sri Lanka). Su idea, revolucionaria: utilizar los excrementos de los paquidermos, que originan una cantidad significativa de fibras intactas cuando defecan, para producir papel higiénico. ¿Cómo? Este estiércol es una materia prima perfecta para la producción de celulosa. En este enclave, uno de los operarios de la fábrica, después del secado al sol y su ebullición para matar todas las bacterias, mezcla las boñigas con papel reciclado hasta obtener la pasta. Óscar Espinosa Hoy, esta empresa da trabajo a más de 120 personas, con dos sedes más pequeñas en Kandalama y Rangirigama, además de muchas tiendas repartidas por todo el país. La pasta de papel que se ha obtenido mezclando el estiércol de elefante y papel reciclado tiene una textura parecida a la avena. Óscar Espinosa “Con la mezcla de papel reciclado y excrementos se consigue un papel más fino, ideal para las libretas y los cuadernos, que es el producto final más solicitado”, explica Wibatha Wijerathne, uno de los empleados de la fábrica desde 2004. En la imagen se ve cómo se distribuye la pasta mezclada en varios recipientes desde los que se va vertiendo la mezcla en mallas enmarcadas. Óscar Espinosa Los 70 empleados de esta fábrica de Kegalle trabajan siguiendo un método artesanal que no ha cambiado mucho desde la invención del papel hace más de 20 siglos. La suya es una idea revolucionaria con la que, aparte de crear un producto ecológico, consiguió también tender un puente en el eterno conflicto en este país entre agricultores y elefantes por la tierra, dando empleo a los habitantes de las zonas rurales e intentando cambiar la percepción que tienen de los elefantes como una amenaza. Óscar Espinosa Una de las trabajadoras esparce la pasta de papel en la superficie de la pantalla enmarcada. Las boñigas de las que se nutre la fábrica de Kegalle provienen de la Millennium Elephant Foundation, una organización no gubernamental que se dedica a mejorar el bienestar de los paquidermos domésticos. Más de 30 personas trabajan en cadena en esta fase en la que todo se hace a mano:unos cortan, otros crean pequeños detalles con moldes, otros pegan, otros juntan las piezas, otros pintan. En la imagen, dos mujeres colocan una tela entre hoja y hoja para que no se peguen entre ellas. Luego, se van apilando para posteriormente prensarlas. Óscar Espinosa El método que siguen es artesanal y no ha cambiado mucho desde la invención del papel en China en el año 105 d.C. En la imagen, dos trabajadoras prensan manualmente las hojas de papel para quitarles el agua. Óscar Espinosa Después de prensarlas manualmente, el siguiente paso es llevar las hojas a la zona de secado. La mayor parte de la producción actual es papel confeccionado con una mezcla al 50% de excrementos y de papel reciclado. Solo un tercio es papel hecho al 100% con ellos, ya que el producto resultante es muy basto y áspero y solo se puede utilizar para diseños de cajas o marcos de fotos, por su textura es difícil escribir en él. Óscar Espinosa El tiempo de secado puede variar en función de la estación. En época de monzón puede tardar hasta tres días en secarse. Cada producto final, ya sea tarjetas de felicitación, cuadernos, blocs de notas, cajas, libretas, libros, papelería corporativa, tarjetas de visita, menús de restaurantes o marcos de fotos de papel será único, ya que está hecho a mano. Óscar Espinosa Se retira la tela que separa las hojas de papel para que no se peguen entre ellas. Actualmente, la empresa está ampliando el negocio y habilitando una planta de reciclaje de tetrapack siguiendo con su filosofía de negocio amigable con el medio ambiente que ha empezado a producir en abril. Óscar Espinosa “Con los elefantes que tiene Millennium Elephant Foundation tenemos más que suficiente para la producción actual”. Senerath Bandara trabaja en la fábrica desde sus inicios hace ya 23 años. Después de haber pasado por todos los puestos en la sección de fabricación del papel, hoy es el supervisor. Óscar Espinosa Una vez las hojas de papel están secas, pasan a la sección de alisado. En la imagen, una trabajadora las lleva de una zona a la otra. Óscar Espinosa Dos mujeres manipulan la máquina de planchado para alisar el papel reciclado. La idea para el futuro es hacer bolsas de papel con el objetivo de extender su uso y retirar las bolsas de plástico. Con el papel a base de excrementos de elefante no pueden hacer las bolsas, ya que el papel se rompe fácilmente. Óscar Espinosa Una empleada supervisa la calidad del papel antes de pasar al proceso de manufacturación del producto final. Óscar Espinosa “Una vez están secas se alisan y con eso termina el proceso de elaboración del papel”, comenta A. Malini, de 50 años, una de los tres trabajadores que está en la empresa desde que arrancó el proyecto. Hoy es la responsable del producto final. Óscar Espinosa El papel se corta uno a uno en hojas más pequeñas en una máquina rudimentaria de troquelar. Óscar Espinosa Más de 30 personas trabajan en cadena en la fase de manufacturación, en la que todo se hace a mano hasta obtener el producto final. Óscar Espinosa "Nuestro principal cliente es EE. UU., a quien enviamos tres contenedores con unos 30.000 productos cada tres meses. Japón lo fue, pero ya no compra tanto. De Europa cada vez hay más pedidos". Sanjara Kumara es el último de los tres empleados que están en la empresa desde sus inicios. Actualmente, es el supervisor de la sección de embalaje. Óscar Espinosa