Felipe Pérez, microbiólogo, responsable del área de microbiología y biología molecular del Hospital Universitario Principe de Asturias de Alcalá de Henares. “Son días muy intensos, de trabajo continuo las 24 horas en el área de microbiología del hospital universitario Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, donde se realiza el diagnóstico mediante técnicas moleculares de la infección del nuevo coronavirus. Lo estamos consiguiendo gracias al trabajo de todos, pero especialmente gracias a los técnicos. Creo sinceramente que esta crisis está sacando lo mejor de todos nosotros”.Patricia Abejaro (39), responsable de servicios generales del Hospital Universitario Puerta de Hierro, Majadahonda. Mi trabajo consiste en facilitar la labor de aquellos que pasan interminables jornadas al pie del cañón para cuidar de nosotros”, dice esta profesional del hospital Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid). Desde las camas hasta el mobiliario o la restauración, se ocupa de toda necesidad no asistencial del personal sanitario.Luis Miguel Zamarra, enfermero del servicio de urgencias del Hospital de La Princesa (Madrid). Este enfermero del servicio de urgencias del hospital de La Princesa (Madrid) se encarga estos días de dar formación a sus compañeros y a nuevos contratados sobre la colocación y retirada del EPI (equipo de protección individual). “Siempre que atendemos a un paciente que es positivo en coronavirus lo hacemos con este tipo de traje para estar protegidos y no contagiarnos”. Zamarra explica otro tipo de funciones que ejerce: “Un poco también mi labor es reducir la ansiedad entre los compañeros, que es lógica porque nos enfrentamos a algo que no conocemos”.Cristina Garcia Ansola, 32 años, enfermera de urgencias del hospital Puerta de Hierro. “Trabajar en Urgencias es trabajar en la puerta de entrada al Covid19. Diariamente vivimos situaciones de estrés, pero con esta pandemia ha crecido el volumen de enfermos y han empeorado las condiciones en las que llegan e ingresan. Vienen con mucho miedo, incertidumbre y solos, porque no pueden estar acompañados por ningún familiar. Estamos en una situación en la que cambian los protocolos y los circuitos todos los días y todo ello con una carencia de material terrible. A pesar de la impotencia y la tristeza de esta situación intento centrarme en lo positivo, el personal de urgencias formamos un gran equipo. Existe incertidumbre y miedo a contagiar a nuestros seres queridos, pero aún nos quedan fuerzas para seguir luchando. Estoy agradecida por la solidaridad y la empatía de la gente".Txema Álvarez, director médico del Samur 061 de Baleares. Nos envía un vídeo tras 72 horas trabajando sin parar —y encima se disculpa por no tener claridad de ideas—. Extenuado, nos habla de una “crisis sin precedentes”, de una situación diabólica hasta para un profesional como él “experto en manejar el caos”. Álvarez apenas ha dormido. Apenas ha visto a su familia. Solamente se ha dedicado a intentar solucionar problemas como gestor del personal de emergencias. “Hay momentos en los que te pones a llorar, por qué no decirlo”, reconoce. Con estoicismo y buen ánimo, remata: “Estamos aguantando. Fundidos, pero en pie”.Guillermo Castelló (50), técnico de Radiología del Hospital La Fe de Valencia. “Los posibles casos de coronavirus nos saturan: me gustaría que hubiera más coordinación a la hora de solicitar pruebas”, dice este facultativo del hospital La Fe de Valencia, de 50 años. “Los protocolos de actuación son un poco confusos y los equipos de protección individual (EPI) escasean”. P 8. María Jesús Matías Médico de emergencias. Vive la crisis a bordo de una ambulancia. Dice que le envuelve la incertidumbre “por no saber cómo evolucionará esto”. Siente “inmenso orgullo” por los profesionales sanitarios que están dando no el 100%, sino “el 200%”.Alfonso Canabal, médico especialista en medicina intensiva. Responsable de la UCI del Hospital de La Princesa, Madrid. El doctor Canabal, responsable de la UCI del hospital universitario de La Princesa de Madrid, dice: “Tenemos una importante sobrecarga. Estamos haciendo todo lo posible. Todo el mundo está colaborando muchas veces por encima de sus posibilidades. Estamos bien equipados, aunque cualquier ayuda será bienvenida. Nos hemos coordinado todos los médicos de UVI de Madrid, que somos muchos, para ayudarnos unos a otros en las necesidades que podamos tener, tanto de camas como de máquinas de ventilación asistida. No os vamos a dejar abandonados. Saldremos adelante”.Isabel Garraza, Hospital Txagorritxu, de Vitoria. Al atender a personas mayores, algunos tienen que permanecer en aislamiento. Pero, como ella, vuelven pronto. “He tenido que estar 14 días aislada en casa después de atender a una persona mayor que posteriormente falleció. Hoy en día seguimos teniendo personas de baja. Algunas en casa, otras ingresadas. Cuando se pidió por WhatsApp estos días reforzar los turnos de noche, a los cuatro minutos hubo siete personas voluntarias para poder cubrirlo”. Y lo dice agradeciendo al resto de ciudadanos que se han quedado en casa.
