Sobre nacionalismos
Muchos consideramos el nacionalismo exacerbado como una rémora para el progreso democrático. El mundo actual comunicado demanda mayor integración y menos barreras, pero no debemos subestimar el sentimiento nacional, que es lícito y necesario. La pertenencia a una nación cultural, geográfica, tradicional es necesaria. La peor pérdida del exiliado es el paisaje de su infancia. Nos equivocamos contraponiendo virtud democrática a sentimiento nacional. El sentimiento nacional se modera mediante la razón democrática, la inclusión ilusionada de todo ser humano en el proyecto político, y la tolerancia como la única bandera libre de sospecha.
Juan Miguel Velázquez López. Madrid
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