Una clase magistral de Darío Arizmendi
El periodista, Premio Ortega y Gasset por su trayectoria, desgrana los retos que debe encarar la profesión
La duda por principio. Esta es la mayor enseñanza que el periodista Darío Arizmendi ha extraído de sus 50 años de carrera. “Sé que es bastante duro, pero es que tenemos que dudar de todo y de todos”, asevera al otro lado del teléfono desde Colombia. El año pasado anunció su retirada al poco de conocerse que era el ganador del Premio Trayectoria que otorga cada año los Ortega y Gasset de Periodismo, cuya nueva convocatoria está abierta hasta el 8 de marzo. Arizmendi, que cierra por el momento una lista en la que se encuentran premiados como Soledad Gallego-Díaz, actual directora de EL PAÍS, Alma Guillermoprieto o Teodoro Petkoff, desgrana los retos que el periodismo debe encarar en la nueva década.
- Enriquecer los contenidos. “Ahora, con muchas formas de información disponibles, nuestra misión es hacer todos los esfuerzos que sean posibles para enriquecer los contenidos, para que sean más atractivos, amenos y originales y no respondan a la copia de lo que otros medios dicen”.
- Rigor. “Debemos ser más exigentes con el rigor y la contextualización, con las dos caras o todas las caras que tenga la moneda; confrontar siempre y llamar a la fuente. Hay que ir un poco más allá de lo que tradicionalmente hemos hecho”.
- Originalidad. “Aumentar los esfuerzos en materia de creatividad en cuanto a la búsqueda de personajes y en la elección de los temas”.
- Especialización. “Las redacciones deben tener plantillas muy reforzadas, pueden no ser muy numerosas, pero quienes las integran deben ser personas con una formación que no solamente sea en el terreno periodístico, sino especialistas en cada materia o rama que vayan a tratar, que sean portadores de valor agregado y que sepan comunicar”.
- Pegados a la realidad. “Mantener un contacto muy estrecho y realista con todo lo que está sucediendo en la sociedad, que está convulsionada en todas partes, bien sea por los desequilibrios socioeconómicos o por la situación política. Es un mundo que nos desborda y, en consecuencia, más que estar pendiente de las redes, hay que saber leer cada una de las realidades que nos toca afrontar”.
- Estandartes frente a las noticias falsas. “Nos tenemos que convertir en verdaderos legitimadores de los hechos en contraposición con las fake news y todo tipo de manipulaciones”.
- A la última. “Hay que estar al día en cuanto a las tecnologías”.
- Código ético. “Además de magníficos escritores y estupendos analistas, detrás de eso debe haber una tabla de principios de cada medio y una enorme responsabilidad social con los receptores de los mensajes. Quienes trabajamos en periodismo tenemos que tener una clara conciencia de nuestros deberes éticos, porque a veces nos convertimos en jueces de la sociedad y no tiene una razón de ser. Nuestro papel no es ese, es el de informar, entretener y educar”.
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