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Estos son los mejores ‘smartphones’ del año

Probamos los topes de gama de las principales firmas y elegimos el mejor de entre todos ellos

El Apple iPhone 11 Pro, el Google Pixel 4 y el Samsung Galaxy Note10 son algunos de los mejores móviles de 2019.
El Apple iPhone 11 Pro, el Google Pixel 4 y el Samsung Galaxy Note10 son algunos de los mejores móviles de 2019.
Laura Pajuelo

Nuestra experta ha elegido el iPhone 11 Pro como el mejor smartphone de 2019, por el rendimiento fotográfico de su triple cámara trasera y su sistema de estabilización de vídeo en grabación 4K.

Al mirar las listas de los smartphones más vendidos de cada año, los de gama alta no suelen ocupar los primeros puestos. Pero eso no significa que no despierten interés: son los que marcan las tendencias del mercado e incorporan las mejores características. ¿Cuáles son los más destacados de este 2019, que está a punto de terminar? Apple, Samsung, Google... Las principales firmas ya han presentado sus propuestas para lo que resta de año, con terminales que hacen especial foco en sus cámaras y pantalla.

¿Qué modelos hemos elegido?

Así, y tras buscar los mejores terminales baratos (con un coste inferior a 200 euros) y de gama media (entre 200 y 400 euros), nos hemos dispuesto a averiguar cuál es el mejor de entre los de gama alta y que, por lo tanto, puede considerarse el mejor smartphone del año. Los finalistas han sido: Apple iPhone 11 Pro (una puntuación media de 9,25 puntos), Google Pixel 4 (9), LG V50 (8,25), OnePlus 7T (8) y Samsung Galaxy Note 10 (8,75). Nos hubiera gustado incluir algún modelo de Huawei, pero no hemos tenido la posibilidad de probarlos.

Durante las pruebas se han valorado una multitud de criterios, basados tanto en la estética y resistencia como en el rendimiento, con especial hincapié en la duración de la batería, el desempeño en fotografías y vídeo, y la calidad de la pantalla. En concreto, se trata de:

- Construcción: Tanto en lo que se refiere al diseño como a los materiales empleados y a su resistencia global. También a la comodidad de uso.

- Calidad de la pantalla: Caracterizados todos ellos por superficies de gran tamaño, muestran diferencias en cuanto al tipo de panel o el tratamiento del color. Todo ello influye en cómo se ven las imágenes, tanto fijas como en movimiento.

- Rendimiento: Los teléfonos de gama alta cuentan con las mejores configuraciones del mercado, por lo que, en general, ofrecen un rendimiento que no está a la altura de la competencia.

- Cámara fotográfica: La atención, sobre todo, recae en la cámara trasera, compuesta habitualmente por varios sensores. La diferencia está en para qué se emplean y cómo gracias a distintos sistemas de procesamiento y tecnologías, se enfrentan a situaciones complicadas, como la fotografía nocturna o los vídeos con mucho movimiento.

- Autonomía: Lo ideal es que la batería permita finalizar el día con algo de carga, siempre haciendo un uso normal del terminal.

Así los hemos probado

Para las pruebas, cada uno de los terminales se ha convertido en el smartphone de uso principal durante un mínimo de dos semanas. En todos los casos se han utilizado aplicaciones con textos, de tratamiento de imágenes, algunos juegos y también se han visualizado vídeos e imágenes, tanto en streaming como de forma local. Por supuesto, se han utilizado las redes sociales de forma intensiva y se han tomado fotografías y grabado vídeos en distintas situaciones y entornos.

Pese a que la valoración final ha estado muy reñida —todos los terminales muestran un buen rendimiento, cuentan con una construcción a la altura de su precio y realizan buenas fotografías, entre otros—, finalmente el ganador ha sido el iPhone 11 Pro de Apple. El aspecto más destacable del mejor terminal de la firma de la manzana es su rendimiento fotográfico, con buenas capturas en todos los entornos y condiciones, y un sistema de estabilización de vídeo que no iguala ningún otro.

iPhone 11 Pro: nuestra elección

Ficha técnica

Pantalla: 5,8 pulgadas, Super Retina XDR, OLED Multi-touch, HDR, 2.436 x 1.125 píxeles de resolución (458 ppp)

Procesador: A13 Bionic con Neural Engine de tercera generación

Almacenamiento: Desde 64 GB

Cámara: Trasera triple de 12 Mpx con gran angular (f1.8), ultra gran angular (f2.4 y campo de visión de 120º) y teleobjetivo (f2). Zoom óptico y zoom digital hasta x10, doble estabilización óptica de imagen, flash True Tone, HDR, modo retrato y vídeo 4K a 60fps. Cámara delantera de 12 MP con f/2.2, modo retrato y HDR, víeo 4K y cámara lenta 1.080p a 120 fps

Batería: Carga rápida (adaptador 18 W incluido), carga inalámbrica, autonomía en reproducción de vídeo de hasta 18 horas; de audio, 65 horas.

Sistema operativo: iOS 13

Tamaño: 144 x 714 x 8,1 mm

Peso: 188 g

Otros: FaceID, resistencia al agua IP68

Con un diseño muy similar al del iPhone XS del año pasado, el iPhone 11 Pro se diferencia a simple vista de su antecesor por el módulo de la cámara: cuadrado, grande y con tres sensores, que despertó comentarios poco favorecedores durante la presentación del dispositivo. Pero cuando empiezas a hacer fotos con él, te olvidas.

Los tres sensores en cuestión son: uno principal de 12 megapíxeles, un telefoto de dos aumentos y un gran angular con ángulo de visión de 120 grados, que se traduce en un zoom 0,5x con respecto al primero. Funcionan como si fueran uno solo. De hecho, si te dispones a utilizar el telefoto, por ejemplo, siempre ves en pantalla —aunque sombreado, en los marcos superior e inferior— cuál sería el encuadre con el estándar.

Con imágenes bien procesadas y balanceadas en las que predomina la naturalidad, es necesario hacer referencia a dos aspectos más. El primero es su modo nocturno, que aumenta el tiempo de exposición para que las imágenes sean más luminosas: este tiempo lo emplea en hacer varias capturas, que luego combina para que el resultado no tenga ruido ni esté movido. El segundo es su potente sistema de estabilización durante la grabación de vídeos en 4K: da igual que te estés desplazando, porque el terminal es capaz de reducir la vibración propia del movimiento de las manos para que las imágenes no muestren esos saltos. En definitiva, es uno de los mejores smartphones fotográficos del momento, si no el mejor.

Lo mejor: La calidad de las fotografías y vídeos que captura, así como su pantalla.

Lo peor: Diseño continuista en el que los marcos podrían reducirse un poco, y el sonido es mejorable.

Conclusión: La calidad de su pantalla y de su triple cámara trasera, así como una autonomía que se aproxima mucho a los dos días de uso, son las principales armas del que consideramos mejor smartphone de 2019.

Google Pixel 4

Estéticamente se diferencia bastante, para bien, de su antecesor, el Pixel 3. Mientras en el frontal se olvida del gran notch que tenía el anterior tope de gama de Google y opta por un marco superior recto bastante amplio, en la trasera abandona el acabado en dos tonos y el lector de huellas. En su lugar apuesta, como lo hace Apple, por la identificación con el rostro. Para que sea segura, combina la cámara frontal con un sensor radar que, además, es clave para la función Motion Sense, que permite controlar el terminal por gestos, sin tocarlo.

Con una pantalla OLED de 6,3 pulgadas y resolución QHD+ que se ve maravillosamente bien, aumenta la tasa de refresco hasta los 90 Hz, aunque no de forma continua; lo hace sólo cuando es necesario. Se nota, sobre todo, al realizar scroll sobre textos, en los que las palabras se mantienen siempre nítidas. Integra el último procesador de Qualcomm (Snapdragon 855), pero la RAM se queda en 6 GB; quizá algo ajustado a largo plazo.

¿Y qué decir de la cámara? Lo que esperábamos: sigue siendo una de las mejores. Esta vez, además, incorpora dos sensores, uno de ellos telefoto de 1,8 aumentos. Esta cifra, inferior a los 2 aumentos que ofrece la competencia, y la ausencia de un gran angular, hace que, pese a los magníficos resultados, sea un poco menos versátil que el ganador de esta comparativa.

Samsung Galaxy Note10

Tiene un elemento que lo diferencia de todos los demás: en su marco inferior esconde un stylus con el que se pueden tomar notas, realizar bocetos, hacer capturas de pantalla y escribir sobre ellas, crear mensajes animados, traducir contenidos y hasta digitalizar textos manuscritos. Con un diseño que facilita la tarea, tiene también acelerómetro y giroscopio, por lo que el terminal sabe en todo momento cómo se sujeta y qué movimientos se hacen con él, y transforma esa información en gestos que permiten controlar las apps y funciones, como hacer una foto y cambiar entre las cámaras frontal y trasera o hacer zoom.

Su pantalla de 6,3 pulgadas cuenta con resolución QHD+; aunque si se desea disfrutar de ella hay que activarla de forma manual, ya que por defecto muestra los contenidos en Full HD+ para ahorrar batería. También posee certificación HDR10+ y un panel Dynamic AMOLED que muestra imágenes con nitidez, colores muy intensos y un nivel de brillo adecuado, aunque la gestión automática a veces sea algo lenta. La cámara frontal está perforada en su superficie para evitar la presencia de notch.

En cuanto a sus cámaras traseras, el Note10 tiene una configuración muy similar a la del Galaxy S10+, con poca mejora en lo que a resultados se refiere. Así, dispone de una lente ultra gran angular, otra gran angular y una telefoto, que se acompañan de una cámara ToF, una tecnología que muy similar a la de los sónar y radares que sirve para calcular la profundidad y distancia a la que se encuentra un sujeto u objeto. Permite, por ejemplo, mejorar las fotografías con el fondo desenfocado y trasladar este efecto al vídeo; aunque el resultado no está tan logrado como cabría esperar. Un detalle más a mejorar: el terminal se calienta rápidamente.

LG V50 ThinQ

Es el primer terminal de la firma coreana en ser compatible con las redes 5G —y el único de la selección que incluye esta característica—, por lo que permite navegar a una velocidad de hasta 10 Gbps en las zonas en las que ya está desplegada esta tecnología, incluidas 15 ciudades españolas con algunas operadoras.

Destaca, además, por la presencia de una doble pantalla que permite visualizar diferentes contenidos o utilizar hasta tres aplicaciones a la vez. Es importante decir que no se trata de un teléfono con pantalla desplegable o flexible; sus dos superficies son totalmente independientes y, aunque se complementan, no permiten crear una única pantalla gigante en la que disfrutar de vídeos o juegos, por ejemplo. Además, su uso es opcional. En concreto, la pantalla principal tiene 6,4 pulgadas, tecnología OLED y resolución QHD+, con las que ofrece una calidad estupenda en términos generales, aunque el brillo se queda algo justo en entornos soleados. La segunda pantalla, con 6,2 pulgadas y también OLED, reduce su resolución hasta el Full HD+.

En el apartado fotográfico combina dos sensores en el frontal (uno gran angular para los selfies en grupo) y tres en la zona trasera. Pese a que el desempeño es positivo en un entorno con buena iluminación, está un paso por detrás de lo que se puede conseguir con los terminales de referencia en este aspecto.

OnePlus 7T

La firma china se cuela en esta selección con un terminal que, pese a no ser su tope de gama para este año (hay una versión Pro), presume de un rendimiento similar y unas características nada desdeñables a un coste bastante inferior: 599 euros. Así, cuenta con un procesador Qualcomm Snapdragon 855+, almacenamiento UFS ultrarrápido, carga rápida a 30W y Android 10 de fábrica.

Posee, además, una triple cámara trasera que, pese a no sorprender, cumple. No es la mejor, pero está a la altura. Está compuesta por un sensor principal de 48 megapíxeles con apertura f1.6 y estabilizador óptico de imagen, un sensor zoom de dos aumentos y un ultra gran angular de 16 megapíxeles de resolución con un cambio de visión de 117 grados. A destacar de ella, su capacidad para realizar fotografías muy cercanas a objetos (2,5 centímetros) o distintos ajustes del modo retrato, que permite elegir entre dos distancias focales para que haya fotos en primer plano o plano general.

Pero si hay una característica que sobresale sobre todas las demás es su pantalla; y eso pese a que se queda en calidad Full HD. Y es que hereda la tasa de refresco de 90 Hz del OnePlus 7 Pro, que hace que todos los contenidos se vean con mucha más fluidez; desde la visualización de vídeos hasta al hacer scroll, la pantalla no se queda borrosa en ningún momento. Y eso no se puede decir de casi ningún otro dispositivo, ya que a excepción del Pixel 4, el resto refrescan las imágenes 60 veces por segundo, el estándar.

¿Por qué debes confiar en mí?

Soy periodista con más de 10 años de experiencia en el sector tecnológico. Durante este tiempo, he elaborado reportajes, artículos y todo tipo de contenidos relacionados con los más variados aspectos relacionados con la tecnología. Además, durante los últimos años me he especializado en el análisis de productos para distintos medios —incluido EL PAÍS—, lo que me ha llevado a probar cientos de ellos, de todo tipo y gama: desde los smartphones más económicos hasta los más punteros, así como ordenadores, sistemas de sonido o televisores, entre otros.

*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 26 de diciembre de 2019.

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