Reducción de tasas universitarias

Las universidades públicas han hecho un inmenso esfuerzo para adaptarse a las exigencias de la sociedad y a las limitaciones que, en nombre de la crisis, les han sido impuestas. La financiación de la investigación ha disminuido de forma alarmante. Se ha reducido y precarizado la contratación de profesorado novel. La promoción de todo el personal académico, pese alcanzar altos niveles de calidad y el reconocimiento internacional de su labor, se ha visto dificultada. Así, han visto bloqueada su capacidad de investigar, su libertad de enseñar y su potestad de formar a los estudiantes de hoy y los académicos de mañana. Por esto, la anunciada reducción de las tasas universitarias es un paso necesario pero insuficiente, si no va acompañado de una política estable y consensuada de financiación de la investigación y la docencia, y de retención del talento de los estudiantes y del profesorado, que respete la autonomía de gestión que las universidades públicas han demostrado merecer. No en vano, nuestros conciudadanos, los contribuyentes, una vez más, han valorado a la Universidad como la institución pública en la que tienen más confianza.

Josep M. Fullola Pericot, catedrático de Prehistoria y director del SERP, Fac. de Geografía e Historia.

Cristina Manzanares Cespedes, Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, UB. 

Josep Ramón Ticó Grau, Facultad de Farmacia y Ciencias de l’Alimentación.

Enric Brillas Coso, Facultad de Química, UB.

Arcadi Gual Sala, Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, UB.

Milagros Guardia Pons, Catedrática d'Historia del Arte, Fac de Geografía e Historia.

Juan Antonio Jiménez Sánchez, Facultad de Geografía e Historia, UB,

Carles Subirà i Pifarré, Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud.

Marina Romeo Delgado, Facultad de Psicología, UB.

Natalia Moragas Segura, Facultad de Geografía e Historia.

Josep Vilella Massana, Facultad de Geografía e Historia.