Así son los perfumes futuristas que evocan lo mejor del pasado

Parecerá extraño, pero que un grupo de jóvenes vestidos con lentejuelas tamaño XXL, bordados y pantalones de leopardo eche la tarde en el edificio Walden 7, a las afueras de Barcelona, tiene su porqué. Porque en el fondo, este ejemplo de vanguardia posmoderna es a la arquitectura de su autor, el catalán Ricardo Bofill, lo que la nueva línea de perfumes Pacollection a la firma fundada por Paco Rabanne: la demostración de que revisitar un emblema histórico puede convertirlo en actual. A eso aspiran las seis fragancias que se incluyen en la colección, y que han sido creadas con la colaboración de Julien Dossena, el director creativo de la división de moda de la casa.

Los frascos flexibles, iridiscentes y metalizados evocan el aspecto futurista de los diseños del Paco Rabanne de los años sesenta

A Paco Rabanne, el diseñador más transgresor de finales de los sesenta, le gustaba experimentar con materiales inesperados, y los museos de moda conservan hoy sus prendas metálicas o de plástico como auténticas joyas de coleccionismo. De ese legado procede la idea de embotellar estos perfumes en frascos flexibles, iridiscentes y metalizados, con el mismo aspecto futurista que los diseños más memorables de Rabanne. La innovación continúa en el interior, porque las notas olfativas que han manejado perfumistas de primera línea no muestran ni rastro de convencionalismos.

Dominique Ropion, Quentin Bisch, Marie Salamagne, Alienor Massenet y Fabrice Pellerin han formulado fragancias inspiradas en tatuajes esotéricos, bosques extraterrestres, licores imposibles y explosiones de color. Es decir, olores innovadores que emulan el impacto que tuvo la ropa de Rabanne. “Más que una necesidad, todo esto es una evolución orgánica”, aclara el director de comunicación y marketing internacional de la casa, Javier Zotes. “Llevábamos años creando una marca de perfumes muy sólida, y ahora toca redirigirla hacia el discurso de moda que está construyendo Julien Dossena como director creativo”. Un discurso, dice, que pertenece por derecho propio a los millennials.

De ahí que las seis fragancias de la colección (Strong Me, Crazy Me, Dangerous Me, Fabulous Me, Erotic Me y Genius Me) vengan de la mano de otros tantos embajadores: el bailarín Alton Mason, las modelos Hyun Ji Shin y Dree Hemingway, la cantante Kelela, el skater Evan Mock y el dj Bambounou. Son famosos, tienen talento y además personalidad. También arrasan en las redes sociales, pero sin perder la cabeza, porque todos están por debajo del millón de seguidores en Instagram. Que es una cifra sensata para poder hablar de éxito con fundamento sin despreciar la identidad individual de cada uno, que es la base de esta colección de perfumes que huye de categorías, géneros y tópicos.