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Icon Design para Bugaboo

Cómo convertir una maleta en el carrito más compacto del mercado

Bugaboo Ant es la nueva incorporación de la firma holandesa que desde los noventa ha revolucionado la industria de cochecitos infantiles con funcionalidad, lógica y buen gusto

Bocetos del Bugaboo Ant, el modelo más compacto de la firma holandesa.
Bocetos del Bugaboo Ant, el modelo más compacto de la firma holandesa.

“Las mamás no querrán salir con eso a la calle”. Era la respuesta que recibía el diseñador Max Barebrung cuando enseñaba su boceto a las compañías de cochecitos infantiles. Con tan solo 28 años, el holandés imaginó un carrito rompedor que podía colocarse en distintas posiciones, incluso engancharlo a la bicicleta, y adaptarse a todo tipo de superficies. Formaba parte de su proyecto final de la Design Academy de Eindhover, en donde se graduaría con honores, y sobra decir que esas firmas, las que ahora le copian superficialmente sus diseños, estaban equivocadas.

De los Beckham a los duques de Cambridge, Bugaboo no solo se ha convertido en la marca favorita de las familias más famosas; pasear sus cochecitos, como el icónico Camaleon, es un estilo de vida. "El mercado en aquel momento era muy anticuado, nosotros le introducimos emoción: no más acolchados innecesarios, no más colores primarios, no más motivos infantiles... Solo se trata de carritos, diseños funcionales. Click, clack, go!", recuerda Barebrung en la sede de Bugaboo en Ámsterdam. "No creamos cochecitos para bebés, sino para los padres. Lo abordamos desde una perspectiva nueva para hacerlos más cómodos, funcionales y estéticos". Lo dice con la confianza y el entusiasmo de alguien que sabe que ha revolucionado el mercado con sus diseños, pero sin la pretensión que se le presupone al creador de una compañía valorada en 200 millones de euros que vende sus productos en todo el mundo.

El primer prototipo de Bugaboo tenía ruedas todoterreno y una estructura modulable que hasta permitía acoplarlo a la bicicleta.
El primer prototipo de Bugaboo tenía ruedas todoterreno y una estructura modulable que hasta permitía acoplarlo a la bicicleta.

El primer Bugaboo salió al mercado en 1999 y con él nació la silueta más imitada del sector: una silla con estructura en forma de cruz y ruedas con suspensión. El primero de un cuidado catálogo que responde al sentido más estricto del diseño. "La innovación es el lema de muchas compañías, pero para mí significa mejorar cosas que ya existen o introducir funcionalidades relevantes: que la silla se pueda desmontar, que lo puedas poner en distintas posiciones… Hacer algo práctico, bonito y necesario”, puntualiza Barebrung. Funcionalidad e innovación son, quizás, las palabras que más repite.

La aparición de uno de sus modelos en Sexo en Nueva York sumó un nuevo factor a la ecuación: el deseo. "Nos enteramos de que el personaje de Miranda tendría un bebé así que le presentamos varios bocetos al director de arte. Fue un golpe de suerte. Salir en la serie nos hizo super populares y sirvió para abrirnos de forma internacional”, explica su directora de márketing, Madeelen Klasen. Ella también tuvo la idea de darle un Bugaboo al diseñador Bas Kosters, recién graduado en la escuela de diseño, para que lo reintepretara, iniciando así una serie de ediciones limitadas firmadas por creadores de la talla de Marc Jacobs, Missoni o Diesel. “Creo que nuestro éxito está en preocuparnos de que los padres sigan manteniendo su forma de vida incluso después de serlo. Eso es lo que vendemos, una forma de vida”.

El culpable del furor Bugaboo, Max Barebrung.
El culpable del furor Bugaboo, Max Barebrung.

Bugaboo ha sabido observar el mercado y responder a la carencia con sentido práctico. Por eso trabajan sobre los mismos modelos, introduciendo actualizaciones y mejoras con los atajan a la competencia. Nada está de más y lo que falta, posiblemente estén trabajando en ello. Así nació su último modelo, Bugaboo Ant, un carrito tan ligero y flexible que se puede guardar en la cabina de un avión. "Cuando empiezas a trabajar un concepto tienes que estar abierto a introducir cosas nuevas. Lleva mucho tiempo, porque las piezas son diminutas y probamos fórmulas que parecen imposibles, pero al final encuentras algo interesante. El modelo Ant empezó siendo una maleta y en estos cinco años ha ido evolucionando hasta convertirse en el carrito más compacto de la firma. Eso es lo que pide ahora el mercado", recuerda el director creativo de diseño, Aernout Dijkstra-hellinga, otro de los pilares fundamentales de la empresa. Con un tamaño plegado compacto en una sola pieza permite que todo viaje sea mucho más fácil y agradable, siendo su carrito más ligero hasta la fecha, tan solo 7.2 kg que podrás levantar y transportar sin problemas.

De entre sus numerosas aportaciones, destaca su silla reversible, que puede fijarse mirándote a ti para conectar con tu hijo o bien mirando al mundo; su respaldo completamente anatómico, que ofrece confort en movimiento; o la suspensión integrada en todas sus ruedas para proporcionar un paseo suave evitando incómodos baches.

Funcionalidad e innovación son las palabras que más repite Max Barebrung. El modelo Ant, el más compacto de la firma, es ejemplo de ambas.
Funcionalidad e innovación son las palabras que más repite Max Barebrung. El modelo Ant, el más compacto de la firma, es ejemplo de ambas.

Su práctico modo trolley ofrece, además, la posibilidad de desplazarte sin esfuerzo por el aeropuerto o una estación de tren, aumentando nuestra autonomía. A su cesta de equipaje trasera con capacidad para 5 kg, se añade también una amplia cestilla de compras para que puedas llevar a mano todas las cosas de tu bebé y las tuyas personales optimizando tu tiempo.

En una industria hiperactiva, en donde prima el consumo rápido, su propuesta es la sostenibilidad. "Hacemos carritos modulares que son muy fáciles de arreglar y actualizar. No se trata de comprar nuevos productos, sino de crear una estructura resistente que pueda pasar de un hijo a otro, y piezas, como los textiles, para que se pueda renovar", comenta Dijkstra-hellinga. Conscientes de que el mercado ha ido evolucionando a su rebufo, en Bugaboo saben que la clave es seguir centrando su atención en los padres. "No me frustra la competencia, porque solo copian la estructura superficial”, explica el diseñador. “Mi verdadera preocupación es si los clientes ven la diferencia, su funcionalidad. Nuestro objetivo es saber transmitírselo y que sean críticos a la hora de comprar”.

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