Vivir es algo formidable
Si todos, o al menos la mayoría, intentáramos ser “formidables”, otro gallo nos cantaría. Utilizaríamos con plenitud las facultades que la madre naturaleza nos ha otorgado, pues recordemos que la cabeza no está solo para llevar la boina, y sí para servir más y mejor a nuestros conciudadanos. Esta actitud posibilitaría solucionarle más y mejor los problemas, llevar una convivencia óptima, sentirnos más felices y satisfechos de nosotros mismos. Tenemos que intentar utilizar las neuronas y los sentimientos como las demás características físicas y psíquicas que nos suelen o debieran adornar, para el bien de todos. Y, en realidad, vivir es formidable.
Marcelino Corcho Bragado
Zamora
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