¿Igualdad conseguida?
Ya son varias las ocasiones en las que tengo la sensación de que a la sociedad en general y a nuestros representantes políticos en particular se les llena la boca con la “igualdad”, estando aún muy lejos de conseguirla. Stéphanie Frappart ha sido la primera árbitra en dirigir la Supercopa de Europa entre los equipos del Liverpool y el Chelsea. La noticia tendría que avergonzarnos por haber tardado tanto tiempo en producirse tal acontecimiento. El locutor radiofónico mantenía que la colegiada tendría todas las miradas puestas sobre ella, “sobre sus aciertos y sus posibles errores”. La actuación de Stéphanie —para cuya excelencia en su desempeño como árbitro estaba fuera de toda duda si había sido designada para ello— fue escrupulosamente vigilada. Me pregunto cuándo conseguiremos evitar que el desempeño laboral —o de cualquier otro tipo— de las mujeres deje de ser enjuiciado o especialmente analizado por la propia condición de ser mujer. Esto no ocurre cuando es un varón quien desempeña su labor en un ambiente mayoritariamente femenino.
Luis Alberto Rodríguez Arroyo. Santo Tomás de las Ollas (León)
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