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Sarah Ferguson, cada vez más cerca del príncipe Andrés: ahora veranean con Isabel II

Se reavivan las noticias de una reconciliación entre la pareja que tiene el visto bueno de la reina como demuestra su presencia en Balmoral

Sarah Ferguson y Andrés de Inglaterra
Sarah Ferguson y Andrés de Inglaterra, en Ascot.
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El príncipe Andrés y Sarah Ferguson pasan una semana de vacaciones con la reina de Inglaterra en Balmoral mientras crecen los rumores de que 33 años después de su divorcio han reavivado su romance. La pareja voló por separado en un intento de pasar inadvertidos. El hijo de la reina lo hizo en un vuelo privado y la duquesa de York, en uno regular. A ellos se unirán más tarde sus hijas Beatriz, de 31 años, y Eugenia, de 29.

Una fuente real le dijo a The Sun: "El príncipe Andrés y Sarah están en Balmoral como invitados de la reina y se espera que estén allí durante varios días. No es la primera vez que han ido allí como pareja en los últimos años, pero es significativo que esto ocurra en medio de noticias de que vuelven a estar juntos. La reina los quería allí como familia y es ella quien ha dado el visto bueno".

Se habla de que la pareja retomó su relación en abril tras divorciarse amigablemente en 1996 después de diez años de matrimonio y de que la duquesa fuera fotografiada mientras su asesor financiero, John Bryan, le besaba los pies en el sur de Francia. Durante este tiempo ambos se han mantenido muy unidos compartiendo la residencia oficial de Andrés, Royal Lodge en Windsor, y comprando un chalet de esquí de lujo en Verbier.

Sarah Ferguson, con su hija Beatriz.
Sarah Ferguson, con su hija Beatriz.GTRESONLINE

A finales de julio, la duquesa habló del asunto. "Sí, vivo en el Royal Lodge con mi apuesto príncipe, que es el príncipe más guapo de todos", dijo. Lo contó durante un brindis en una fiesta organizada por el magnate Ernie Boch Jr. en su mansión de Massachussets. Sarah Ferguson quiso disipar los rumores sobre su familia aprovechando que se encontraba rodeada de periodistas. "Solo estoy repasando lo que dicen los periodistas, y como están todos aquí, he pensado que podría completarlo todo", bromeó.  No era la primera vez que Sarah Ferguson mostraba su devoción por el hijo de Isabel II. "Andrés siempre será mi príncipe. Él sigue siendo mi apuesto príncipe, mi príncipe azul”, dijo en 2013. La exduquesa hizo esta afirmación durante la presentación de su último libro para niños, donde añadió que su propio cuento "tiene un final feliz". A la pregunta directa de si podría volver a casarse con su exmarido respondió que compartían un compromiso muy fuerte con sus hijas, "lo que es bueno". Luego, dirigiéndose a los niños presentes en el acto explicó que se había casado con un "príncipe guapo". "Tuvimos una boda muy hermosa. Realmente sigue siendo mi príncipe guapo"

Ferguson ha sido una nuera que ha dado muchos disgustos a Isabel II, ya que ha sido protagonista de varios escándalos que han salpicado al palacio de Buckigham. En 2010 fue grabada por el News of the World vendiendo favores de su exmarido a cambio de una fuerte suma de dinero. “Usted cuide de mí y él cuidará de usted”, aseguró la duquesa de York al periodista que se hizo pasar por un acaudalado hombre de negocios para tenderle la trampa. Medio millón de libras (574.000 euros) fue el precio fijado por la exduquesa para poner en contacto a su interlocutor con el segundo hijo de la reina Isabel, quien ejercía de representante especial del Reino Unido en el área de comercio e inversiones.

Además, el año pasado Ferguson fue acusada en Turquía de filmar ilegalmente a los niños de un orfanato de Ankara. La fiscalía pidió 22 años de cárcel para ella por su documental Duquesas e hijas: una misión secreta, en el que denunciaba las condiciones de vida de los pequeños en estos centros. Para realizar el documental, grabado tres años antes, Ferguson y su hija, la princesa Eugenia, viajaron de forma encubierta a Turquía. Disfrazada con una peluca negra y un velo, la duquesa pudo entrar en un orfanato. Luego, en un intento de minimizar el conflicto explicó: "Acudí porque nadie oye la queja de esos niños. Yo fui como una madre".

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