Las fajas de Kim Kardashian provocan un conflicto diplomático con Japón
El gobierno nipón interviene ante lo que considera apropiación cultural por parte de la empresaria, que decidió llamar inicialmente Kimono a su línea de lencería
El último proyecto de Kim Kardashian se ha dado de bruces con la realidad. La estrella de la televisión estadounidense y empresaria de éxito anunció la semana pasada que lanzaba una línea de ropa interior moldeadora y que esta se llamaría Kimono. El nombre no dejó de sorprender e incluso de irritar, al referirse a una prenda tradicional japonesa ampliamente conocida en todo el mundo. Sin embargo, a raíz de las críticas recibidas por apropiación cultural, Kardashian ha tenido que recular y ha dado a conocer que va a cambiar el nombre a su marca.
Tras el anuncio de Kimono (haciendo un juego de palabras con su propio nombre), las críticas han arreciado en las redes sociales, en especial desde Japón. Hasta el alcalde de Kioto le ha pedido a Kardashian que volviera a pensarse esa denominación, como finalmente ha hecho. "Pido que reconsidere su decisión de utilizar el nombre de Kimono para su marca", escribió Daisaku Kadokawa en una carta. "El kimono es un vestido tradicional étnico fomentado por la riqueza de nuestra historia y de nuestra naturaleza", señaló el dirigente, que la invitó a visitar su ciudad e iniciarse en la cultura del kimono. "Nos preocupa que se difunda una mala interpretación del kimono, pues la señora Kardashian es una poderosa influencer", explicó Mai Saka, responsable de Artes Tradicionales en el ayuntamiento de Kioto, como ha recogido la agencia France Press.
El asunto ha trascendido a las autoridades del país nipón hasta tal punto que han decidido mandar a trabajadores de su oficina de patentes a Estados Unidos para discutir acerca de la marca de Kardashian y de su cambio de denominación. El ministro de comercio de Japón, Hiroshige Seko, ha explicado que, aunque es consciente del cambio de denominación que ha anunciado la celebrity, quiere que se realice "un examen exhaustivo" del asunto. Por ello, los trabajadores de patentes acudirán a sus oficinas homónimas de Estados Unidos a partir del 9 de julio para "intercambiar puntos de vista sobre el asunto" y seguir la situación de cerca, como recoge Reuters.
"Esto se ha convertido en un asunto importante en las redes sociales", explicaba el ministro en una conferencia de prensa en Tokio este martes, donde contaba que esta cuestión formaba parte de su jurisdicción. "En todo el mundo el kimono se considera parte distintiva de nuestra cultura. Incluso en Estados Unidos, el kimono se conoce por ser japonés", ha relatado el dirigente.
La empresaria daba a conocer su proyecto la semana pasada ante mucha expectación. "Por fin puedo compartir con vosotros este proyecto que he desarrollado durante el último año. He sentido una inmensa pasión por esto desde hace 15 años. Kimono es mi apuesta en ropa moldeadora y la solución para las mujeres trabajadoras", escribía en su perfil de Instagram a mediados de la semana pasada, mostrando imágenes de las fajas. "Siempre he cortado la ropa interior para darle un estilo propio, y muchas veces me ha pasado que no podía encontrar prendas moldeadoras que encajaran con mi tono de piel, así que necesitábamos una solución", explicaba, contando también que comercializaría nueve colores y en tallas de la XXS hasta la 4XL.
El lunes, Kardashian anunció que cambiaría el nombre a su empresa. "Después de una cuidadosa reflexión, lanzaré mi marca de ropa interior modeladora con un nuevo nombre", explicó en su cuenta de Instagram. "Siempre estoy escuchando, aprendiendo y creciendo, así que aprecio la pasión y las diferentes perspectivas que las personas me brindan", dijo, asegurando que cuando lanzó su gama de fajas tenía "las mejores intenciones".
"Mis marcas y productos se construyen con la inclusión y la diversidad como base", afirmaba, agradeciendo a sus seguidores "la comprensión y el apoyo".
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