Se vende el refugio de Jackie Kennedy
Su hija Caroline quiere deshacerse de la mansión de la isla de Martha’s Vineyard, por la que pide 57 millones
La granja de la cancela roja vuelve a abrir sus puertas, que estaban prácticamente cerradas desde 1994. Red Gate Farm, la finca y casa que compró y construyó Jacqueline Kennedy Onassis, sale a la venta. Así lo ha dado a conocer su hija, Caroline Kennedy, que ha realizado un vídeo para explicar los motivos por los que la propiedad ha salido a la venta y por nada menos que 65 millones de dólares (57,3 millones de euros).
La ex primera dama de Estados Unidos compró la finca en 1979 por 1,1 millones de dólares del momento, cuando era simplemente una granja de ovejas y su única construcción era una cabaña de cazadores. Lo hizo tratando de construirse su propio refugio "y protegiendo el lugar de su potencial desarrollo", según cuenta la Vineyard Gazette, la publicación local de la isla, que la califica como "una propiedad ecológicamente singular".
Desde niña, Jackie era una apasionada del mar y siempre quiso vivir cerca de él. Por eso, cuando ya era viuda y trabajaba como editora en Nueva York se decidió por esta propiedad, entonces casi vacía. El prestigioso arquitecto Hugh Newell Jacobson le construyó una casa de dos plantas y 600 metros cuadrados con cinco dormitorios, tres chimeneas, cinco baños, cuatro habitaciones de invitados, dos garajes, casa para el guardés, embarcadero, piscina y pista de tenis que estuvo acabada en 1981. Los jardines fueron creados por Bunny Mellon, que ya había diseñado el jardín de rosas de la Casa Blanca cuando ella la ocupaba. Ella decidió cómo dar forma a los interiores de forma minuciosa, y dio indicaciones precisas al servicio de todos los detalles e incluso de donde tenían que colocarse las flores frescas.
Jackie se hizo con la finca cuatro años después de la muerte de su último marido, el magnate griego de las navieras Aristoteles Onassis. Pero ya conocía la zona de su primera matrimonio con el expresidente Kennedy, cuya familia tenía una residencia en Hyannis Port, en las costas de Massachussets, frente a la isla. "Mi madre se enamoró de Martha's Vineyard", explica Caroline Kennedy en ese vídeo. "Le encantaba explorar el cabo, navegar por Nantucket con mi padre y participar de las actividades familiares de Hyannis Port. Pero cuando mi hermano y yo crecimos, quería un sitio para ella misma". Fue entonces cuando decidió hacerse con el lugar, de 1,2 kilómetros cuadrados, dos estanques y dunas que llevaban hasta la playa.
Como cuenta Caroline, a su madre "le encantaban las paredes de piedra vieja, la garza azul que vivía en el estanque de las dunas, colocar cestas para langostas en Menemsha Pond, las leyendas del lugar, construir una casa en el árbol para sus nietos". Pero ella misma confiesa: "Ahora esos nietos ya han crecido y ha llegado el momento de seguir el ejemplo de mi madre y crear nuestros propios mundos. Esperamos que otra familia atesore este lugar como lo hemos hecho nosotros. Todavía es el lugar más bello de la tierra". De ahí que, ya en 2005, reorganizaran la propiedad y, en 2013, decidieran ceder parte del terreno a una sociedad de conservación de la isla. Y por eso ahora han decidido sacar la casa a la venta a través de la casa Christie's.
Las playas de Massachussets y la propia Martha's Vineyard tienen un sabor agridulce para los Kennedy. Frente a las costas de esa pequeña isla del estado de Massachussets murieron John John Kennedy —el hijo de JFK y Jackie— en julio de 1999, tras sufrir un accidente con una avioneta en la que pilotaba él y en la que viaja con su esposa Carolyn Bessette y su Lauren. De ahí que, como afirme Caroline Kennedy, "nuestra familia siempre volverá a Martha's Vineyard, pero es momento de descubrir nuevos puertos".
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