La última crisis del clan Campos en su año maldito
Telecinco no ha renovado contrato con María Teresa Campos y sus hijas, Carmen Borrego y Terelu Campos, abandonan los programas en los que colaboraban en la misma cadena
El éxito, el poder y la fama son efímeros. Es una realidad que está en la mente de todos aquellos que escalan en la noria del triunfo profesional y social, pero que parecía lejana para el clan de las Campos. Durante unos años la estela de María Teresa Campos, de 77 años, y el trabajo propio de sus dos hijas, Terelu Campos primero y Carmen Borrego después, ha situado a este trío en una posición privilegiada que pocos creían que se resquebrajaría. Pero en dos años escasos la imagen de todas ellas está sufriendo una auténtica crisis en la que se entremezclan problemas de salud, ajustes de cuentas soterrados e inestabilidades personales. Una situación a la que se suman otros dos factores: un modo de hacer televisión donde la crítica supera a veces lo que están dispuestas a aguantar quienes viven de programas que hacen lo mismo con otros y problemas económicos que afectan principalmente a Terelu Campos, según sus propias declaraciones.
A finales de diciembre de 2017, escogidos medios de comunicación recibían una invitación a un encuentro singular: una copa en casa de María Teresa Campos para brindar por la Navidad, la presentación de una nueva entrega del reality Las Campos y al mismo tiempo ser conejillos de indias televisivos, ya que la cita sería grabada por la productora y formaría parte del primer programa de la nueva temporada. Solo siete meses antes, el mes de mayo de ese mismo año, la matriarca había sufrido un ictus y la expectación se reflejaba en el lleno absoluto que se observaba en el salón donde se reunían los periodistas.
En mayo de 2019, el panorama es radicalmente distinto. El contrato de María Teresa Campos con Mediaset ha finalizado sin renovación y sin el esperado y reclamado regreso de la periodista y presentadora a un programa acorde con sus expectativas de despedirse a lo grande de sus espectadores. Su malestar es evidente pero también lo ha sido su prudencia. La noche de este lunes Campos se deja entrevistar por Toñi Moreno, quien la sustituyó en las tardes de los fines de semana con el programa Viva la vida cuando Telecinco decidió dar por finalizado Qué tiempo tan feliz, el espacio que había conducido Campos durante ocho años. Además de hablar de su siempre comentado enfrentamiento, se esperan los reproches, la admiración y la reconciliación definitiva de las dos presentadoras, pero poco más se sabe hasta el momento de lo que se anuncia como "el regreso de María Teresa Campos a televisión". Una vuelta que seguro que no es la que ella esperaba, entre otras cosas porque ocurre en el programa Un año por tu vida, el espacio que conduce Moreno en Canal Sur.
A la par, las últimas semanas han resultado convulsas también para las dos hijas de la malagueña, Terelu Campos y Carmen Borrego. El pistoletazo de salida lo dio Carmen Borrego, que dio la espantada de Sálvame, el programa en el que colaboraba, tras pasar cuatro días encerrada en la casa de Guadalix en la que se graba Gran Hermano con algunos de sus compañeros de cadena. La culpa la tuvo un tartazo lanzado con cierta saña que dañó a Borrego, convaleciente aún de una operación de cirugía estética. Pero sobre todo la actitud y los comentarios de muchos de sus compañeros en los días posteriores. La menor de las Campos confesó que había pasado uno de los peores momentos de su vida y criticó la actitud de algunos de sus compañeros con nombres y apellidos.
Las declaraciones de Carmen Borrego ocurrían solo pocas horas antes de que su hermana Terelu se sentará en Sábado Deluxe para contar por qué había tomado la decisión también de abandonar el programa, aparentemente de forma definitiva. En su caso, meses de enfermedad enfrentándose a la reaparición de un cáncer de pecho, una doble mastectomía y una dolorosa recuperación hacían mella en su estado de ánimo. Pero la gota que colmó el vaso fue la crítica descarnada hacia su hermana Carmen en un programa en el que ella misma participaba. Se levantó entre lágrimas, se quitó el micro y anunció que se marchaba, que no aguantaba más.
Su reaparición en la noche del sábado con Jorge Javier Vázquez como conductor del programa respondía a saldar una deuda económica con la productora La Fábrica de la Tele, según desveló Carmen Borrego. Terelu Campos no habló sobre este extremo pero sí dijo: "He sufrido mucho, estos últimos meses han contribuido mucho en que yo no pueda seguir. En mi mano está el poder quitarme un sufrimiento y un mal rato. Creo que me lo merezco". En sus declaraciones también deslizó que no tiene una buena situación económica y que su decisión podía empeorarla: "Económicamente estoy fatal. No soy una persona que sienta apego por nada material. Quiero decir, si tengo que vender algún día mi casa, la vendo", dijo Terelu Campos.
Una y otra parecen querer dar un giro profesional en sus vidas y volver a trabajar en otro tipo de programas. De momento, Carmen Borrego colaborará con Viva la vida, y Terelu Campos ya lo hace con el programa de Telemadrid Huellas de elefante, que repasa la vida de artistas y personajes famosos. Parece que la cadena autonómica puede haberle hecho una oferta para presentar un programa propio.
Sea cual sea el final de esta historia no cerrada, nadie sabe si alguna o todas las integrantes del clan Campos serán capaces de mantener sus apuestas personales para salir del foco mediático y regresar a un desempeño profesional más acorde con sus inicios. Sus compañeros de Telecinco no apuestan por ello y auguran un futuro regreso.
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