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Así son las propuestas para reformar Notre Dame Arquitectos y diseñadores de todo el mundo se han lanzado a publicar sus ideas en redes sociales, ninguna de ellas son viables. Aún se están evaluando los daños del incendio que destruyó la cubierta del templo el 15 de abril El arquitecto belga presenta la reconstrucción de la catedral como 'statement' de su arquitectura, y considera que el proyecto puede ser utilizado como estandarte de las posibilidades ecológicas de la ingeniería a través de la tecnología o con estrategias de sostenibilidad. Propone así una cubierta que generará energía y contendrá una granja hidropónica (que utiliza disoluciones minerales en lugar de suelo agrícola para poder cultivar en contenedores), convirtiendo la catedral en un edifico 'eco-friendly' que generaría más energía que la que consumiría. El diseñador francés ha recurrido a su pieza 'Fireplace' aplicándole un gran cambio de escala para rendir su homenaje al monumento (y como recuerdo del propio incendio). Su diseño, la simulación de una llama de fuego hecha en piedra de lava y con acabado dorado, le sirve para proponer lo que él considera una solución que responde tanto a los partidarios de devolver la catedral a su estado original, como a los que defienden una intervención coherente con el momento actual. Sobre cómo se habitaría ese espacio no tenemos información, ya que, como muchas de estas propuestas urgentes, se quedan en una fase muy inicial de planteamiento. La pareja italiana que forma el estudio Fuksas Architects —Massimiliano y Doriana Fuksas— se suma a la cantidad de propuestas que se deciden por la vía del cristal, y propone la reproducción de una nueva aguja a imitación de la anterior y cubiertas en este material (en las redes sociales ya ha surgido una resistencia en contra de estas propuestas por no ser amigables con las aves). Ellos han elegido cristal de Baccarat, la región francesa próxima a Estrasburgo, y entienden este material como símbolo de la fragilidad de la historia y la espiritualidad, empleando la luz como representación de lo inmaterial, según enuncian en sus redes. Studio NAB también viste de cristal su intervención para convertir la cubierta de la catedral en el invernadero que pretenden construir. La propuesta quiere respetar la silueta original de la iglesia pero vincularla al tiempo actual, respondiendo a necesidades y asuntos del contexto en el que nos encontramos, como son el correcto uso de los recursos naturales y el empleo de energías renovables. Así, bajo el vidrio habría huertos y espacios para talleres sobre ecología, mientras que la aguja, lejos de reproducir su pasado gótico, se convertirá en un criadero de abejas, con múltiples niveles que sostienen numerosas colmenas, y a los que se accedería por una escalera central. El arquitecto y artista francés David Deroo también apuesta por una solución intermedia o equilibrada entre revisitar la historia pasada del edificio e incorporar las nuevas posibilidades técnicas de nuestro tiempo. Es, junto a la del estudio Fuksas, una de las propuestas más fieles a las formas originales de la iglesia y, de alguna manera también la más discreta, aunque no entra en especificaciones técnicas ni da información sobre los materiales. Según declara Deroo en su cuenta de Instagram, preocupado por los posibles efectos de un concurso internacional de ideas para reconstruir Notre Dame, tiene "la esperanza de que el proyecto final que se lleve a cabo sea humilde pero innovador, delicado, bello y comprometido, creado por gente altamente preparada alrededor de una mesa común". De nuevo un proyecto que apuesta por una reproducción en vidrio de la cubierta. El argumento que expone en sus redes sociales, donde se abrió un intenso debate a partir de las imágenes que fue compartiendo, es que todo cambia; que la propia catedral ya ha experimentado sucesivas transformaciones a lo largo de los siglos y que, por tanto, no importa lo buena que sea la restauración, nunca se volverá a un mismo estado anterior. La propuesta de los eslovenos de Vizum Atelier continúa la idea que perseguían los arquitectos de las iglesias góticas de alcanzar el cielo con sus construcciones. En esta búsqueda, el estudio plantea una intervención que se concentra en el cruce de las naves —la cubierta la reconstruyen según el estado previo al incendio—, para elevar una aguja que, construida hasta una altura, continúa luego su camino hacia el infinito en un haz de luz que "conecta el cielo con la tierra", según enuncian los arquitectos. El estudio asentado en el Reino Unido y fundado por el chipriota Dakis Panayiotou presenta una imagen que no puede llegar a interpretarse como una propuesta consistente, sino que más bien podemos considerarla un guiño u homenaje a este gran monumento. Resuelven la composición colocando un pabellón suyo anterior, 'A foolish folly' (una atontada locura), en el lugar de la antigua aguja. Los arcos y bolas de esta construcción cambian de escala y adquieren de pronto un significado más escultórico u ornamental, componiendo lo que puede ser una de las imágenes más oníricas que se han visto. Este estudio de São Paulo se ha centrado en uno de los elementos más emblemáticos de la catedral, el rosetón, para desarrollar su propuesta a partir del vidrio tintado del que está compuesto. De esta manera, con un gesto bastante simplista proponen una cubierta y aguja conformadas en su totalidad a partir de este material. Un cierto juego de color provocado por el paso de la luz a través del vidrio podría ser interesante en esta propuesta que se queda en un planteamiento confuso, sin revisar adecuadamente la tradición barroca ni proponer un gesto desde la contemporaneidad. A partir de una postura algo inocente, el diseñador ruso lanza una propuesta desprendida de todo prejuicio. Siguiendo el mismo ritmo generado por los pilares y arbotantes de la parte conservada de la catedral, el diseño de Sovtho (Taras Zheltyshev) se relaciona con lo existente a través una serie de costillas que se unen en la crujía, para después ascender hacia lo que sería la aguja actual, fuertemente inspirada en las formas de la tradición arquitectónica rusa. Valiéndose de nuevo del cristal como elemento para incorporar la contemporaneidad en la propuesta, pero reproduciendo las formas y volúmenes previos al incendio como estrategia para dialogar con su historia, el estudio belga Miysis 3D ofrece un diseño que ya no sorprende. Un aspecto que sí hace particular esta propuesta es la forma en la que plantean recuperar la experiencia del "bosque" —apodo con el que ya se conocía el ático de la catedral que Viollet-le-Duc proyectó en el siglo XIX como un bosque de vigas y pilares de madera—, empleando grandes elementos estructurales de madera en combinación con árboles reales, que serían plantados en los ejes centrales de las naves. Dotar a la catedral de un uso complementario al del asombroso interior ha sido la decisión del estudio sueco Ulf Mejergren Architects. Para ello, proponen esta gran piscina concebida como un nuevo espacio público para la contemplación, que invitase a la meditación y la reflexión que desencadena un espacio como el de Notre Dame.