Aquí se enseña a construir los coches del futuro
La tecnología y la formación práctica protagonizan los grados en Ingeniería del Automóvil, una carrera poco ofertada
Cuando Fernando Alonso ganó su primer Mundial de Fórmula 1, en 2005, quien quisiera convertirse en mecánico de pista debía apañárselas como pudiera. "Los alumnos no tenían más remedio que irse al extranjero o cursar Ingeniería Mecánica, que lo mismo servía para estar al pie de una máquina en una embotelladora de cervezas que en una fábrica de coches", recuerda Antonio Naranjo, director del área de ingeniería industrial de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV).
Casi 15 años después, cuatro universidades españolas incluyen en su oferta el grado en Ingeniería del Automóvil o en Ingeniería de Automoción: la Universidad del País Vasco, la Politécnica de Catalunya, la Universitat de Vic y la pionera Antonio de Nebrija. "Aun así, sorprende que las Facultades no hayan puesto el foco en un sector que aporta el 10% del PIB", reflexiona Naranjo, cuyo centro imparte desde este curso el grado de Ingeniería de Sistemas Industriales con la mención (entre otras) de Automoción. La UFV colabora para ello con el Motor & Sport Institute, un espacio de 15.000 metros cuadrados destinados a la formación, el deporte y la tecnología. "El objetivo es que los mecánicos e ingenieros del futuro sean made in Spain", sentencia el fundador del MSI, Teo Martín.
Apasionados del motor (dentro o fuera de la competición) para quienes la antigua formación profesional parece haberse quedado corta. "Muchos de nuestros alumnos provienen de la FP, del ciclo superior de Automoción. Gente que incluso ha estado trabajando en un taller se ha dado cuenta de que no puede crecer más y decide ser ingeniero para tener más proyección profesional", relata el director del grado en Ingeniería del Automóvil de la Universidad Antonio de Nebrija, José Luis Olazagoitia. En un mundo tan disruptivo como el de los coches, que está viviendo la revolución más profunda de su historia, las simples tareas de taller tiene que ver, cada vez más, con "enchufar un cable de diagnóstico más que con reparar manualmente cosas. Dominar la electrónica es fundamental", advierte Olazagoitia.
La nueva formación de mecánicos e ingenieros es eminentemente práctica. "La ingeniería debe aprenderse en una empresa, en una fábrica o en un centro de tecnología, y por eso en la Universidad Francisco de Vitoria hemos elegido el MSI", explica Naranjo. Los 70 alumnos matriculados en el grado (este es el primer curso) cuentan en las instalaciones con túnel de viento, robots, bancos motor, autoclaves o impresoras 3D, tecnologías fundamentales para su desarrollo profesional. El aprendizaje se basa en la realización de proyectos reales desde el primer curso. "Los alumnos necesitan hacer, equivocarse, volverlo a intentar... La creatividad y la innovación son los valores más buscados. Los más apasionados de la competición, por ejemplo, van a los circuitos y preparan coches con el compromiso de que tienen que funcionar y, a ser posible, ganar", resume Naranjo. Y añade: "El MSI es una gran incubadora, casi todas las marcas hacen allí reuniones comerciales para buscar al mejor ingeniero del año".
El imán de la competición
En la Universidad Antonio de Nebrija, 12 de los 240 créditos de que consta el grado dependen de las prácticas obligatorias. "Pueden hacerlas en cualquier empresa que esté relacionada con el mundo de la ingeniería y del automóvil. Hay mucha variedad, hay gente que se ha ido a una ITV, otros las han hecho en Bosch, algunos en McLaren...", enumera José Luis Olazagoitia. Además, en el "taller del automóvil" pueden participar en proyectos para transformar coches en modelos de competición o directamente fabricarlos. En la UPV, el grado en Ingeniería en Automoción (implantado en el curso 2017-2018) incluye 42 créditos de prácticas obligatorias en tercero y cuarto en empresas como Michelin, Mercedes y CIE Automotive.
Las cifras varían ligeramente en cada centro, pero más o menos la mitad de los matriculados se interesan principalmente por el mundo de la competición; el resto quieren trabajar en cualquiera de las ramas en las que se diversifica el mundo del automóvil. "Nos ocupamos de toda la cadena de valor del automóvil. Los graduados puedes trabajar en diseño, fabricación, mantenimiento, servicio posventa, mejora de procesos...", menciona Naranjo, de la Universidad Francisco de Vitoria. Y los perfiles de alumnos son diferentes en función de su futuro destino. Existen tres grandes grupos: "Los interesados en el diseño deben ser muy creativos y atrevidos", describe Naranjo. "Para la mejora de procesos, sin embargo, se necesitan personas muy organizadas, con habilidades para las relaciones, el liderazgo y la búsqueda de soluciones. En tercer lugar, los ingenieros de fábrica suelen tener un perfil de hormiguitas, personas menos creativas pero muy eficientes y detallistas", añade.
Si desde el primer momento se tienen claros los intereses, la formación debe especializarse al máximo. "Quien quiere dedicarse al diseño, en la Universidad Antonio de Nebrija puede cursar la doble titulación en Ingeniería de Diseño Industrial más Ingeniería del Automóvil. Y también ofrecemos la doble titulación con Ingeniería Mecánica. Los alumnos adquieren así competencias que reúnen lo mejor de los dos mundos", reseña Olazagoitia. En general, añade, "quienes entran en la carrera suelen tener claro lo que quieren: la tasa de abandono es del 10%, frente al 21,5% de media en las universidades españolas". A pesar de que no es, ni mucho menos, una formación fácil: "Los alumnos aprenden de coches, pero se lo tienen que currar: esto es una ingeniería y también hay que aprender física y matemáticas".
Especializaciones, másteres y otras alternativas
El grado en Ingeniería del Automóvil (o en Automoción, pues la denominación varía según la Facultad) no es la única formación relacionada con este sector. Por ejemplo, la Universidad Europea de Madrid imparte el grado en Ingeniería en Sistemas Industriales con menciones en Mecánica y Automoción, así como un máster en Ingeniería de la Automoción. También incluyen esta titulación de posgrado las universidades de Deusto, Vigo, Valladolid y Politécnica de Madrid, mientras que los alumnos de la Universidad Católica de Ávila pueden obtener el título propio de Experto Universitario en Tecnología del Automóvil de Competición. Por último, la Universidad de Navarra desarrolla un curso de Ingeniería en Automoción.
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