Impunidad e incompetencia
'Noli me tangere'. La campaña electoral revela como entiende el PP la política democrática


Hay tratados enciclopédicos que nada nos dicen de quien los escribió y, por el contrario, detalles, a veces gestos, que, como en relámpago de Heráclito, revelan profundidades abisales de sus autores. La campaña política del PP de Pablo Casado (Casao, para Alfonso Guerra) abunda en estas breves iluminaciones, desperdigadas e inconexas, que radiografían el ser del PP o, para ser más precisos, de la dirección del partido. He aquí, en primer lugar, la reflexión de Isabel Díaz Ayuso, candidata popular a la Comunidad de Madrid, después de sus balbuceos sobre los “no nacidos” como seres jurídicamente existentes a efectos de los servicios públicos: “Es legislar en positivo, entonces ¿tengo que ir por miedo por la vida y cada vez que tenga una propuesta en positivo tener que someterme al escrutinio público como si estuviera en Saber y ganar, que no me sé la respuesta concreta, y que me estén machacando?”.
El primer impulso ante regresión semejante es contestar. “Sí, tiene usted que someterse a escrutinio público”. Como mandan los manuales de democracia. Pero la segunda reacción, después de recordar que el PP concibe la política al modo schmittiano (definición de amigo-enemigo) o paulino (el partido como barrera o katechon frente a la impiedad), es preguntarse por la categoría levemente hegeliana “en positivo”. Quizá quiera decir la señora Díaz Ayuso que las buenas intenciones disculpan el desconocimiento o la improvisación. Estamos pues ante una petición en positivo de impunidad política, pues el PP ha entendido siempre la política como un ámbito impune. Noli me tangere.
En segundo lugar, destella el relámpago iluminador de las declaraciones cantinflescas de Pablo Casado sobre el salario mínimo. Más allá de la incongruencia de subir el SMI desde 900 euros a 850, un atropello mental de los que Rajoy solía salir con más gracia, lo que tal dislexia revela es el simple desconocimiento. Casado ignoraba probablemente en cuánto está hoy el salario mínimo. Pero con su escorzo campechano ante los periodistas (“¿Quién ha dicho que quiero bajar el salario mínimo? ¿Ya estamos con las fake news?”) estaba reclamando para sí el derecho a la incompetencia y trasladando sus consecuencias a la mediación de los periodistas.
Impunidad e incompetencia. Lo que el relámpago heraclitiano revela.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
De la reinserción social a la dana, la IA o la cultura urbana: estas son algunas de las historias educativas más relevantes de 2025
La Audiencia de Valencia respalda el 80% de los recursos presentados a la jueza de la dana
Nasry Asfura es el presidente electo de Honduras tras un mes de recuento y presiones internacionales
El Departamento de Justicia de EE UU recibe un millón de nuevos documentos sobre el caso Epstein
Lo más visto
- Víctor Bermúdez, profesor de Filosofía: “Hemos perdido el control del proceso educativo, lo que damos en clase es en gran medida un simulacro”
- Zelenski confirma que cualquier pacto con Rusia deberá ser ratificado en referéndum
- “Un jardín con casa, no una casa con jardín”: así es la premiada vivienda de 146 metros cuadrados que se camufla con la vegetación
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- TVE se reivindica (con pulla) en su gran noche televisiva




























































