Fracasos colectivos
Los fracasos colectivos son, con frecuencia, los más graves y también los más frustrantes. Lo sucedido en Godella con las muertes de dos niños enerva y produce escalofríos no solo por el hecho en sí, sino especialmente al comprobar cómo en cierta medida fracasamos todos. Ni los vecinos, ni los servicios sociales municipales, ni el colegio, ni los servicios médicos, ni la Policía Municipal detectaron un problema detectable. La incapacidad de los padres para tutelar a sus hijos tenía que ser conocida por todos o, al menos, por algunos. Se precisan una coordinación y una gran implicación de las distintas Administraciones para que sucesos como este no se vuelvan repetir. Es obligación de todas las instituciones, y también de cada ciudadano, pensar qué debemos cambiar y qué debemos hacer para evitarlos. No son suficientes los lamentos y minutos de silencio.
Manolo Romasanta Touza, Sigüeiro (A Coruña).
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