Quique San Francisco pierde su casa
El cómico, que vive en un hotel desde hace año y medio, confiesa sus problemas económicos y culpa a varios agentes de haberle engañado
Enrique San Francisco no está pasando por su mejor momento. El actor y humorista, de 64 años, ha confesado que ha perdido su casa por culpa de sus problemas económicos. “Me fui yo antes de que me la quitaran. Fui más rápido porque esas cosas se ven venir”, aseguró el pasado sábado en una entrevista en Telecinco, en el programa Sábado deluxe.
El artista contó que lleva más de año y medio viviendo en una habitación de hotel a las afueras de Madrid: “Me fui para dos semanas pero empecé a cogerle el gusto a estar fuera de Madrid, que es una pena decirlo, fíjate a lo que hemos llegado, pero para mí se ha convertido en una ciudad muy incómoda”. Sin querer dar nombres, el actor culpó de parte de sus problemas a “varios agentes” que lo habían engañado a lo largo de toda su carrera. “No voy a decir el nombre del último porque ya es conocido y soy muy respetuoso”. El intérprete de películas como Orquesta Club Virginia o Amanece que no es poco explicó también que le queda poco viviendo en el hotel, pues en breve se trasladará a un piso de alquiler. “Sale más barato un piso que un hotel, y yo no soy Kiko Matamoros, necesito ahorrar para una cerveza”, bromeó sobre la noticia de que el colaborador de Sálvame está pagando casi 8.000 euros por mudarse a un hotel después de su divorcio de Makoke.
San Francisco, que comenzó en esta industria a los seis años y lleva a sus espaldas 70 películas, 40 obras de teatro y la etiqueta de ser pionero en la ahora extendida fórmula de los monólogos, estrenó el pasado octubre La penúltima, su nuevo espectáculo, con el que está recorriendo toda la geografía española y termina el próximo mayo. Además ya está en cines 4 latas, la película de Gerardo Olivares en la que comparte pantalla con el actor Jean Reno, con un pequeño papel dramático.
Sin pelos en la lengua como acostumbra, el actor también habló de que a su edad no lleva muy bien la fama, que le ha provocado una enorme pereza para salir de fiesta. “Me aburre muchísimo salir. Con lo de las fotos y todo eso es horrible…llega un momento en el que no te apetece. Es el aviso de tu vejez…pero creo que es por el cansancio. Lo difícil de ser mediático son estas cosas”, concluyó.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.