19 fotosUna escuela que también es hogarUn internado para niñas y niños pigmeos en Camerún aumenta sus posibilidades de que acaben los estudios de primaria y secundariaChema CaballeroCamerún - 05 mar 2019 - 00:00CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceNiños bakas en la escuela infantil de Ndjibot. Los pigmeos baka constituyen la minoría más numerosa de las que existen en el centro de África, con unos 40.000 miembros que viven en una superficie de unos 75.000 kilómetros cuadrados en el sureste de Camerún.Jacques Ekomane Ekomane, profesor de la escuela infantil de Ndjibot parte de la realidad del pueblo baka para enseñar a sus alumnos. Niños baka en la escuela infantil de Bemba II. La escuela infantil de Ndjibot es una de las 21 que la ONG Zerca y Lejos tiene en diferentes pueblos pigmeos del sur de Camerún para promover la escolarización de las niñas y los niños de entre cero y seis años. Alumnos baka de primaria. En estas escuelas, los menores estudian y crecen en su propio entorno. Se parte de su propia cultura para ascender a conceptos más generales. Entrada al Hogar Infantil de Bengbis, donde 180 niños y niñas bakas residen para facilitar su asistencia a la escuela primaria. Es un internado para niñas y niños pigmeos que está no muy lejos de las aldeas en las que habitan sus familias, adonde se trasladan los alumnos cuando comienzan la escuela.Una de las primeras actividades del día de los niños del Hogar Infantil consiste en ir hasta la fuente a buscar agua para lavarse y para la cocina.Niños con cubos llenos de agua regresan de la fuente antes de lavarse por la mañana temprano. Muchos vecinos bantúes, con los que conviven los bakas, no los consideran personas y, por tanto, creen que no tienen derecho a la educación. Pero también es verdad que muchos padres pigmeos se llevaban a sus hijos a la selva a cazar, pescar o recolectar, por lo que los pequeños se ausentaban de las aulas durante semanas. Para combatir estos dos males se optó por abrir el Hogar Infantil con una zona para chicas y otra para chicos.Niños del Hogar Infantil ayudan a lavar los platos y ollas de la cocina. Aquí es donde se mezclan con compañeros bantúes y los dos grupos étnicos aprenden a convivir. A pesar de las dificultades iniciales que supuso esto, se ha conseguido que crezcan juntos y aprendan a respetarse.Por la mañana temprano los encargados del Hogar Infantil acuden al almacén a recoger la comida para los pequeños.Una de las cocineras del Hogar Infantil en plena faena. Este proyecto se inició en 2003 con el objetivo de garantizar el acceso a una escuela de calidad a todas las niñas y niños de la zona sur de Camerún, con especial hincapié en el pueblo baka y en las familias más desfavorecidas.Los más rezagados terminan el desayuno antes de partir hacia la escuela. Tras el desayuno todos los menores baka acogidos emprenden el camino hacia la escuela primaria.Yves Eyenga ha regresado, tras concluir los estudios secundarios, al Hogar Infantil de Bengbis para ayudar mientras espera los resultados del examen de acceso a la universidad. Aquí, en su habitación.Yves Eyenga se señala a sí mismo en la foto que preside el comedor del Hogar infantil, entonces era mucho más pequeño, cursaba primaria y está casi irreconocible.Grupo de niñas bakas que estudian secundaria. En el país, la tasa de escolarización en la educación primaria ronda el 99%, mientras que en la secundaria baja al 47%.También se fomenta en estas escuelas el respeto por las tradiciones que han permitido a este pueblo vivir en completa armonía con la selva durante generaciones.En los últimos años, los pigmeos han sido expulsados de sus tierras ancestrales y obligados a adaptarse a una nueva sociedad que les resulta extraña y hostil, de ahí que muchos se dejen ganar por la desidia y el consumo de alcohol. El contrapunto lo ofrecen los jóvenes que optan por la educación.Los jóvenes ven la educación como una herramienta que les permite enfrentarse a la complejidad de los nuevos tiempos y reclamar su lugar en la sociedad en igualdad de condiciones con el resto de los ciudadanos de Camerún.Veronique Nga Messi, directora de la escuela primaria de Abjoli donde acoge a gran número de alumnos baka.