De bufón a rey
El bufón era ese personaje grotesco al que se le concedía el don de burlarse de todos y todo ante las risas de la corte. A pesar de ello, no carecían de cierta destreza a la hora de actuar. Hoy ya no existen los bufones, o tal vez sí, pero sin esa destreza. En el tercer milenio, lo que triunfa en las redes y en cualquier otro medio es la exageración, lo grotesco en su grado sumo. No importa lo ridícula que sea una opinión, cuanto mayor es la burrada, más seguidores genera, más comentarios y críticas. Trump lo entendió perfectamente, y ahí está su triunfo. Hoy todo está plagado de bufones sin talento y con absoluta falta de dignidad a los que convertimos en reyes.
David Collado Dubra. A Coruña
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