Dos Premios Ortega y Gasset se someten al reto de los 10 años (#tenyearchallenge)
Sergio Caro y Samuel Aranda, galardonados por sendas fotografías sobre migración, ofrecen su visión sobre la evolución del fenómeno
Subsaharianos en las cercanías de la valla de Ceuta y su expulsión al desierto es el título que recoge, entre otras, la fotografía galardonada con el Premio Ortega y Gasset de Periodismo en 2006. La imagen fue tomada por el reportero Sergio Caro cuando trabajaba como enviado especial en el Sáhara en octubre de 2005, momento en el que cientos de inmigrantes esperaban en las inmediaciones de las vallas que separan Marruecos de Ceuta y Melilla con la esperanza de alcanzar lo antes posible territorio europeo. En la imagen, dos jóvenes subsaharianos, uno de ellos llorando, se asoman al autobús que les trasladaba de vuelta hacia el desierto.
En 2016, una fotografía de la serie Llegando al paraíso, tomada por Samuel Aranda en la isla de Lesbos, en Grecia, obtuvo el mismo galardón, que tiene su actual convocatoria abierta hasta el 14 de marzo. La instantánea, en blanco y negro, muestra a una madre gritando abrazada a su hijo en el agua en la costa de la isla griega, lugar al que llegaban cada día decenas de refugiados procedentes de Siria. Esta imagen fue destacada por el jurado por “la fuerza y el dramatismo que representa el drama de los refugiados que intentan cruzar el Mediterráneo”.
Diez años separan estas instantáneas y, sin embargo, ambos fotógrafos concluyen lo mismo: nada ha cambiado. Las rutas migratorias o, en definitiva, la forma de acceder a Europa es lo único que varía. “El fenómeno sigue siendo el mismo: personas que quieren una vida mejor, como todo el mundo”, afirma Aranda que lleva casi dos décadas capturando imágenes de crisis migratorias.
Este fotoperiodista ha dedicado su carrera profesional a documentar conflictos armados, migraciones y denuncias sociales por todo el mundo, siendo uno de los fotoperiodistas españoles más reconocidos a nivel internacional. Ha cubierto desde la crisis del ébola, hasta conflictos en Oriente Próximo y sus fotografías han aparecido en portadas de periódicos de medio mundo. Pakistán, Líbano, Yemen, Egipto o Colombia son algunos de los muchos destinos donde ha trabajado.
Aranda define la imagen galardonada con el Premio Ortega y Gasset como una crítica de lo que es Europa ahora mismo y cuenta que es una de las que más le ha marcado: “Fotografiar en casa -Europa- no es fácil. Ver cómo se está tratando el tema migratorio me causó mucha decepción y la rotura de ese sueño de Europa”, confiesa. Para Caro la publicación de esta fotografía fue uno de los momentos más duros de su vida por la decepción que supuso que no se produjese ningún cambio a pesar de ser portada en casi todos los periódicos. Los dos coinciden en que se trata de un problema que está muy lejos de resolverse. El auge de los partidos de extrema derecha en Europa les hace prever que no habrá ninguna mejora por el momento.
Los Premios Ortega y Gasset han reconocido en numerosas ocasiones imágenes que evidencian el drama de los migrantes, en concreto, cuatro veces en los últimos 10 años. Los jurados siempre han destacado el trabajo de quienes están detrás de la cámara por acercar esta realidad a los lectores. Ambos fotógrafos hacen hincapié en que la crisis económica ha dificultado el ejercicio de la profesión y Caro incide en que “si los fotoperiodistas no hacen esfuerzos personales muy fuertes, las cosas no se cuentan”. Él tuvo que abandonar la profesión y redirigirse hacia la producción de documentales y reportajes, donde no ha perdido el contacto con los temas de inmigración.
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