Año Nuevo Lunar 2019: China da la bienvenida a su Año del Cerdo
La celebración del año nuevo chino se parece mucho a nuestras navidades: grandes comidas familiares, fuegos artificiales, deseos de prosperidad y suelta de faroles durante dos semanas
No hay rincón en el mundo donde no hayan llegado los chinos. Tal vez por eso la celebración de su Año Nuevo Lunar es cada vez un acontecimiento más conocido. La cultura milenaria china conserva esta celebración, que también se asocia a la Fiesta de la Primavera, y que en este mundo globalizado cada año vemos que festeja más gente a nuestro alrededor.
El Año Nuevo Lunar es la festividad tradicional más importante del año calendario chino, aunque se celebra también en otros países asiáticos. Las celebraciones comienzan el primer día del primer mes lunar y terminan el día quince, cuando tiene lugar el Festival de los faroles. En este periodo de tiempo se produce la mayor migración humana del planeta, el conocido como “movimiento de primavera”, con millones de personas viajando a sus lugares de origen para celebrar las fiestas en familia.
Hoy comienza el año 4717 según el calendario chino, un cómputo que parte desde el año 2697 a. C. Siempre cae en la Luna Nueva más próxima al día equidistante entre el solsticio de invierno (entre el 21 y el 23 de diciembre) y el equinoccio de primavera (entre el 20 y el 21 de marzo) del hemisferio norte. Por eso varía cada año entre el 3 y el 5 de febrero, en una fecha que está aproximadamente 45 días después de la del solsticio de invierno y 45 días antes de la del equinoccio de primavera.
Otra de las curiosidades del Año Nuevo Chino es la identificación con uno de los 12 animales espirituales del zodiaco chino, que se repiten de forma cíclica. Este año dejamos atrás el año del perro y empezamos la transición hacia el año del cerdo, que se asocia con la fertilidad y que se vaticina como un año alegre y en el que primará el diálogo y la diversión.
El cerdo es el último de los animales del zodiaco, porque la tradición del horóscopo chino explica que este animal se quedó dormido y llegó tarde a la convocatoria de criaturas que realizó el emperador de Jade. Sin embargo, que sea el último no quiere decir que es malo, ya que el nuevo año también se asocia con la riqueza, la emoción y la intuición.
Las personas nacidas este año tienen en su carácter ser realistas y humildes, y gustarles y favorecerles los colores amarillos, marrón y gris, mientras que sus números de la suerte serán el dos, el cinco y el ocho.
La celebración del Año Nuevo Lunar suele extenderse, como hacemos nosotros con nuestra Navidad, más allá de la propia fiesta en el día del Año Nuevo. Este año, en concreto, finalizará el 19 de febrero, fecha en la que se celebrará el tradicional Festival de los Faroles, cuando se sueltan al cielo por la noche lámparas decoradas con mensajes poéticos.
En los días previos a esta celebración las familias aprovechan para limpiar la casa a fondo (suelos, armarios, camas, cortinas…), y también llevan a cabo cualquier actividad, incluidas peluquería y masajes, con tal de llegar purificados para comenzar el nuevo año. Las calles se decoran con murales y linternas rojas, ya que el color rojo también aquí es sinónimo de prosperidad y de buena suerte.
Nadie habla del pasado estos días para no atraer o dejar que permanezca la mala suerte, ni se castiga a los niños, sino que se les da el llamado “dinero de la suerte” en sobres que también son de color rojos para fomentar en ellos el ahorro y la atracción de fortuna a la familia.
La gran migración de estos días tiene el objetivo de celebrar en familia la llegada del nuevo año con comidas ceremoniales especiales. La cena familiar de Nian Ye Fan (víspera de Año Nuevo), incluye todos los platos que nos suenan de los restaurantes chinos pero con una cuidada preparación: pollo, cerdo y pescado, junto a rollitos de primavera, pasteles de verduras y, por supuesto, fideos.
Tampoco faltan las oraciones en el templo ni el incienso para recordar a los antepasados, los desfiles en las calles de compañías de danza vestidos de dragones y leones, los imaginativos fuegos artificiales llenos de formas y que también contribuyen a la superstición de alejar a los malos espíritus y fantasmas con ruido y luz, ni la tradición de ver por televisión la Gala del Festival de primavera; una trasmisión de cuatro horas que atrae a más de 800 millones de espectadores y que forma parte de la tradición de estas fechas desde 1982 como el programa más visto del mundo.
Así que, en un mundo lleno de diversidad cultural, y en el que las tradiciones traspasan fronteras con la misma velocidad que lo exótico se transforma en moda, debemos saber desear feliz año nuevo en mandarín: ¡Xin Nian Kuai Le!
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