Gracias, orquestas
Otra vez ese escalofrío agradable. Esas sonrisas, ese ritmo llevado involuntariamente por un pie rebelde, tímido al principio, confiado después. Ese director convertido en maestro de un público más que receptivo, ávido de un poco de Strauss, de pizzicatos y de polcas, entregado en un crescendo continuo llamado a desembocar en las palmas de acompañamiento de la Marcha Radetzky. Gracias, orquestas, por instruirnos, por divertirnos con vuestros conciertos.
Daniel Alberte. Santiago de Compostela
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.