El niño Jesús es hijo de una ‘kelly’
El tradicional pesebre de Playmobil que el director de Oxfam en Cataluña monta cada año para visibilizar una causa social se dedica en 2018 a las camareras de piso
Refugiado, mantero, inmigrante en la frontera de México y en la de Melilla... Y ahora hijo de una camarera de piso o kelly, como se las conoce popularmente. Así es como Francesc Mateu Hosta ha escenificado este 2018 el nacimiento de Jesús en una práctica que lleva realizando todas las navidades desde hace nueve años. Cada mes de diciembre, el director de Oxfam Intermón en Cataluña monta un Belén que representa alguno de los problemas humanitarios más sensibles que afectan a la sociedad o a parte de ella.
En esta ocasión, Mateu Hosta se ha fijado en los problemas que sufre el colectivo de las camareras de hogar y de hoteles: son mujeres obligadas a trabajar muchas horas por sueldos tan ínfimos como 2,5 euros por habitación limpiada, 700 euros mensuales por jornadas de más de ocho horas... "Las camareras son víctimas de un sistema de externalizaciones a la baja del que ellas son el último eslabón", escribía la periodista Milagros Pérez Oliva en este periódico hace escasos meses. Eslabón que, además, está formado en gran parte por mujeres de origen extranjero para quienes la única opción de obtener un permiso de residencia es pasar por desempeñar empleos así de ingratos.
Las Kellys (acrónimo de "las que limpian") comenzaron a organizarse y protestar en 2014 y han logrado algún avance recientemente, como que se les reconozcan algunas enfermedades como propias de su trabajo, pero aún queda mucho camino por recorrer hasta que logren unas condiciones dignas. Y así, estas navidades, Mateu Hosta ha dedicado a ellas su tradicional nacimiento.
El 24 de diciembre de 2018 nacía un niño en Barcelona al que llamaron Jesús. Su madre, María, es una inmigrante ecuatoriana que trabaja limpiando habitaciones de un lujoso establecimiento, el hotel Belén. Estaba ella trabajando pese a su avanzado estado de gestación, cuando se ha puesto de parto. "Ella, como todas las demás, no tiene prácticamente ningún derecho laboral y cobra un salario miserable. Saben que, si dejan de trabajar o cogen un solo día de baja, serán despedidas con toda probabilidad", explica la reportera que da la noticia del nacimiento en el vídeo realizado por Mateu para mostrar su pesebre.
Este es su relato:
María llegó el pasado mes de marzo de Ecuador buscando un futuro mejor para los suyos. Hace unos meses, una persona de blanco le anunció que estaba embarazada y ella no salía de su asombro. No contaba con ello, pero aceptó su situación y decidió hacerle frente. Su marido, al saberlo, hizo todo lo posible para reunirse con ella, pero no consiguió el visado. Hoy María se indispuso justo cuando trabajaba. Tenía dolores de parto y dio a luz a su primer hijo en el cuarto de la limpieza del propio hotel con la ayuda de tres de sus compañeras Kellys, una de las cuales, casualmente, era comadrona en su país.
Mucha gente se acercó apenas nacer la criatura. Por el grupo de whatsapp de Las Kellys la noticia y las fotos del bebé se difundieron muy rápido. Ahora están llegando al hotel cada vez más compañeras, después de terminar sus servicios en hoteles, oficinas y hogares particulares. Una compañera ha hecho una vídeo-llamada de whatsapp a Ecuador para que el padre pudiera conocer a su hijo y hablar con la madre. las compañeras, han comprado ropa, pañales y productos de limpieza para el niño porque "si nos tocan a una, nos tocan a todas", como dicen ellas.
Los periodistas al conocer la noticia se han congregado en el hotel, donde la dirección, en una primera instancia, no les ha dejado pasar porque tenían miedo de que se conocieran las condiciones en las que trabaja”. A pesar de esta actitud inicial, posteriormente han dejado que la madre y el bebé se queden en una habitación dos días y hasta le han llevado comida de la que había sobrado en el restaurante.
Este cambio de actitud ha hecho pensar a las compañeras que este niño podría ser su "salvador" y la madre le ha puesto de nombre Jesús que significa precisamente “el salvador”. Lo cierto es que en la calle se han concentrado cientos de compañeras que le apoyan y que reclaman condiciones justas para este sector: un contrato fijo y estable, no estar externalizadas, no sufrir sobrecargas de trabajo que generen enfermedades o incapacidades, un trato humano y el mismo salario y derechos laborales que el resto de trabajadoras. Están aportando a una bolsa de resistencia para poder pagar los días de baja porque su tipo de contrato no los cubre.
La ciudad se ha movilizado por el hecho en sí, pero, sobre todo, al conocer las condiciones en las que trabajan estas mujeres, especialmente en el sector hotelero, y se han acercado al hotel a apoyar a la madre.
No se sabe qué pasará el día 28 de diciembre, cuando todo este boom mediático haya pasado y no se vuelva a hablar más de María y Jesús y todas las víctimas inocentes de nuestro sistema que ignora, sistemáticamente, todo el trabajo de cuidados. A pesar de ello, hoy mismo se ha anunciado que el 6 de enero se desplazarán a su casa tres autoridades, el representante de la patronal hotelera, los sindicatos y la alcaldesa de la ciudad. No se descarta que decidan abordar definitivamente este hecho y hacer lo necesario para que estas mujeres, y todas las que trabajan invisiblemente para el confort de toda la sociedad, tengan un salario decente, unas condiciones laborales justas, y un trato humano y digno.
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