Un cómico de Vox
Me he dado cuenta de que lo principal es hacer reír a mis compatriotas
Así de contundente. Porque me he dado cuenta de que lo principal es hacer reír a mis compatriotas: HUMOR VERDADERAMENTE ESPAÑOL, SOLO PARA VERDADEROS ESPAÑOLES. Cerremos las fronteras a la comedia extranjera; construyamos muros infranqueables que detengan a humoristas con colores raros y acentos extraños. Hablo de murallas reales, pero también virtuales: pongamos diques a los memes y a los tuits sospechosos, que puedan desencadenar el batiburrillo en la cabeza de los buenos españoles.
Me comprometo a encabezar una desprejuiciada comedia occidental, blanca y heterosexual; ensalzando los valores buenos, buenos; rescatando y dando la importancia que se merecen a: los chistes de mariquitas —que gracioso es el del concurso de pedos—; los chistes de gitanos —vienen a mi memoria muchos, como ese donde un guardia civil da el alto a un vehículo donde viaja una familia gitana y al final la abuela dice: “No le haga caso que está borracho y el coche es robado”—; los chistes de gangosos —no hay ni uno malo—. (Valgan como ejemplos, no quiero pecar de reduccionista entiendan que la burla se debe hacer extensiva a todo tipo de minorías).
No podemos olvidar —porque es un tema transversal— las chanzas donde las mujeres son retratadas como personas histéricas, incapaces de ser comprendidas y que castigan cruelmente al hombre con su inapetencia sexual. ¡Qué graciosas son! Pero sobre todo esos chistes donde hay un francés, un inglés, un alemán y un español, y al final el español es el más listo o el que la tiene más grande o las dos cosas.
Este es mi firme propósito y así lo he hecho saber por carta sellada con lacre y entregada en mano por mi mayordomo, al líder de VOX.
Esta ha sido su respuesta:
Sus motivaciones son nobles, pero no hace falta que se afane, no lo necesitamos a usted para nada. Ya tenemos dos cómicos que están trabajando en esto que usted plantea: Arévalo y Sánchez Dragó.