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La antigua Céline gana a la Celine de la nueva era

La cuenta de Instagram @oldceline, con 150.000 seguidores, rinde tributo a la etapa de Phoebe Philo en la firma francesa, mientras sus prendas se han convertido en objeto de coleccionista

De izquierda a derecha: vestido de Hedi Slimane en Celine en septiembre en 2018 y vestido de Phoebe Philo en Céline en octubre de 2016; traje de Hedi Slimane en Celine en septiembre en 2018 y traje de Phoebe Philo en Céline en marzo de 2017.
De izquierda a derecha: vestido de Hedi Slimane en Celine en septiembre en 2018 y vestido de Phoebe Philo en Céline en octubre de 2016; traje de Hedi Slimane en Celine en septiembre en 2018 y traje de Phoebe Philo en Céline en marzo de 2017.GETTY
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El pasado 28 de septiembre, en la Semana de la Moda de París se certificó el fin de una era. Hedi Slimane presentó su primera colección como director creativo de Celine, y las predicciones más agoreras de los seguidores de la etapa anterior de la firma se vieron confirmadas: el francés no había conservado ni uno solo de los códigos con los que Phoebe Philo convirtió la casa en el paradigma de la elegancia fácil, y en una marca de culto reverenciada por las editoras de moda. Un borrón y cuenta nueva figurado y también literal, pues del Instagram de la firma desaparecieron todas las publicaciones pre-Slimane, y también se eliminó el acento del logo.

Los críticos, en su mayoría, no tuvieron piedad. En su crónica para The Business of Fashion, Tim Blanks utilizó el término "masculinidad tóxica". Vanessa Friedman, de The New York Times, tituló la suya Mamma Mia! Here We Go Again, en alusión a la inclinación de Slimane por autorreferenciarse. La influyente cuenta de Instagram Diet Prada comparó los looks con los de su época en Saint Laurent, como animándonos a encontrar las siete diferencias. Y la veterana Robin Givhan, de The Washington Post, fue implacable en su comentado artículo "Se busca: diseñadores de moda que realmente respeten a las mujeres. Ahora más que nunca". A ojos de todos ellos, la sexualizada estética rock and roll de Slimane no conecta con el signo de los tiempos como lo había hecho la sofisticación adulta de Philo.

Phoebe Philo, condecorada con la Orden del Imperio Británico por Carlos Inglaterra en el palacio de Buckingham, en marzo de 2014.
Phoebe Philo, condecorada con la Orden del Imperio Británico por Carlos Inglaterra en el palacio de Buckingham, en marzo de 2014.CORDON PRESS

Gabrielle Boucinha, una recién licenciada de 22 años residente en Toronto, piensa lo mismo. Por ese motivo, el 3 de septiembre abrió la cuenta de Instagram @oldceline a modo de archivo y tributo a la década de Phoebe Philo al frente de la marca. Tres meses después, la siguen más de 150.000 personas, entre ellas, figuras influyentes de la moda como Lauren Santo Domingo o Leandra Medine, actrices como Julianne Moore o diseñadoras como Mary Katrantzou. También lo hace la estilista Sara Fernández Castro, que ha desarrollado la mayor parte de su carrera en Vogue España, y que se declara amante del trabajo de Philo. "Casi todo lo que hace me gusta, siento que me representa: su ropa, sus campañas… Cuando en una producción tenía confirmado un look de Céline estaba más tranquila porque sabía que partía de una gran base. A Hedi Slimane lo admiro mucho, pero tiene un estilo muy marcado y se lo lleva consigo a cada casa, hasta el extremo de que no diferencio las marcas". Hoy, la búsqueda de la etiqueta #oldceline ofrece más de 11.000 resultados y, en un futuro cercano, Boucinha tiene previsto ampliar su proyecto con una web en la que venderá una colección de merchandising para los nostálgicos del Céline acentuado.

Un gran legado

Que Phoebe Philo se haya hecho a un lado no significa que sus diseños no se estén vendiendo; muy al contrario, se están convirtiendo en objeto de coleccionista. Inmediatamente después del debut de Slimane, numerosos philophiles (el apodo con el que se conoce en el mundillo a los incondicionales de Philo) se lanzaron a las calles para arramblar con los últimos vestigios de la colección anterior de la firma. Y en el mercado online de prendas de lujo de segunda mano se ha registrado un aumento significativo en el interés y las ventas de cualquier Céline vintage. Por ejemplo, según el medio especializado The Business of Fashion, entre el 27 de septiembre y el 2 de octubre las visitas a la página de la plataforma francesa de compraventa de moda Vestiaire Collective se incrementaron un 275% y el número de productos vendidos subió un 43% con respecto a las mismas fechas del año pasado. Algunas piezas se han revalorizado hasta un 30%, pero eso no va a animar a Sara Fernández Castro a deshacerse de tesoros como una parka militar que conserva de la primera colección de Philo para Céline: "Esa se queda en mi casa para mis hijas".

El diseñador Hedi Slimane en un retrato de septiembre de 2012.
El diseñador Hedi Slimane en un retrato de septiembre de 2012.CORDON PRESS

Esta reacción apasionada, casi visceral, de los acólitos de Philo demuestra que, en algunas ocasiones, la moda es mucho más que solo ropa. En sus diez años en Céline, la diseñadora deja un legado que algunos comparan con el de Coco Chanel por el hecho de haber cambiado la forma de vestir, y de entender la feminidad, de toda una generación de mujeres que hace no tanto pensaban que sofisticación y comodidad eran conceptos excluyentes. "El empoderamiento femenino que promovió fue algo indescriptible. Creó una nueva mujer que no tenía competencia y que ninguna firma podía igualar ni copiar", asegura la estilista Carolina Badía, colaboradora de El País Semanal. Fernández Castro también cree que la influencia de Philo trasciende el armario: "Su estética cambió el rumbo de la moda hacia un paraíso donde la mujer era más libre y fuerte".

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