Los jóvenes jornaleros andaluces: “No somos unos vagos, aquí solo nos queda el campo, pero no queremos irnos”
Jaén es la primera provincia de Andalucía por porcentaje de beneficiarios de renta agraria entre 16 y 29 años
"Que critiquen el PER porque digan que somos unos perros, pues no está bien porque hay gente que vive del campo. Y el campo no da trabajo para todo el año. Entonces hace falta una ayuda para poder subsistir", subraya Carlos Jesús López, de 23 años y natural de Úbeda, juntos a tres de sus compañeros de cuadrilla. Es su primera jornada en la recogida de aceituna tras varios días de lluvia en uno de los olivares del municipio jienense de Sabiote.
Cuando no puede faenar por el mal tiempo o porque no hay campaña, Carlos solicita la renta agraria. Reconoce que fuera de Andalucía podría encontrar empleo de otro tipo, pero el arraigo familiar le pesa más que la necesidad. Si se mide por el porcentaje, Jaén es la provincia andaluza con más beneficiarios de renta agraria entre 16 y 29 años y la segunda de la comunidad en términos absolutos en la misma franja, por detrás de Sevilla. De los 12.639 beneficiarios de esta prestación en la provincia jienense, el 21,86% están dentro de ese arco de edad, según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal de la media del pasado mes de octubre.
Llega la hora del descanso para almorzar. López y su compañero, Francisco Javier Maeso, de 20 años, discuten sobre las elecciones andaluzas de este domingo. "Si siempre nos van a engañar, siempre nos van a decir una cosa que no va a ser verdad y no la van a hacer, pues da igual ir a votar o no", se queja Maeso, que dejó los estudios a los 16 años. En el vídeo superior puedes ver el resto de la conversación de López, Maeso y otros dos compañeros sobre su futuro, los próximos comicios autonómicos, su rutina en el campo o sus aficiones. Son las tres y media de la tarde. Han recogido 11.000 kilos en 150 olivas; así, en femenino, porque en Jaén, el olivo es femenino. Y aunque en esta cuadrilla no hay jornaleras, las mujeres son el 34,13% de las beneficiarias de la renta agraria de hasta 29 años en Jaén.
Carlos Hurtado es el jefe de Servicios Agrícolas CHL, la empresa para la que trabajan estos dos jornaleros y los otros 13 que conforman la cuadrilla. "La jornada laboral suele ser de siete horas. Les pido el DNI y el número de la Seguridad Social para darlos de alta. Con esta función lo que queremos hacer es que todos estén cubiertos por la Seguridad Social y que ellos puedan, a partir de las 35 peonadas de trabajo, pedir la ayuda agrícola", explica Hurtado subido al tractor en que transporta la aceituna recogida este martes.
Cuando hablan de esta ayuda, entre los propios jornaleros hay confusión sobre cómo se llaman. Desde su aprobación en 1984, la prestación por desempleo para los afiliados al Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social (REASS) de Andalucía y Extremadura se denomina subsidio agrario y es una ayuda económica que se cobra en los días en los que no hay actividad agrícola. Pero en 2002 llegó un cambio. El famoso decretazodel Gobierno de José María Aznar que reformaba el desempleo —y provocó una huelga general— contenía, entre otras medidas, cambios en estas ayudas. Básicamente consistía en crear otra con un acceso algo más restringido: la renta agraria.
Su concepto es el mismo que el del subsidio, pero cumplir sus requisitos es más difícil. Los jornaleros que ya habían cobrado el subsidio agrario mantuvieron el derecho a seguir beneficiándose de él con las viejas condiciones. Pero los nuevos solicitantes solo podían acceder a la renta agraria. Además, el antiguo REASS pasó a llamarse SEASS: solicitud de subsidio por desempleo para trabajadores eventuales. La cuantía de las ayudas es de unos 430 euros al mes, una cantidad que puede variar según la edad y el número de hijos.
Con una media anual de 458.117 trabajadores afiliados al SEASS durante 2017, Andalucía concentró el 59,53% de las afiliaciones a este Régimen en el ámbito nacional, según el estudio Argos Agrario, elaborado por la consejería de Empleo, Empresa y Comercio de la Junta.
El famoso PER
De todos los términos que conforman este sistema, probablemente el más famoso es el PER, Plan de Empleo Rural. Esta era la denominación para el programa anual de inversiones en el medio rural aprobado junto al subsidio agrario en 1984. En 1996 se amplió a Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Murcia, Canarias y Aragón, aunque estas no tienen subsidio agrario. Con este programa, los Ayuntamientos reciben dinero con el que dar empleo a los jornaleros cuando no hay actividad agrícola. Su vinculación a las ayudas agrarias llega porque los beneficiarios del viejo subsidio pueden completar el número de jornadas necesarias (35) para cobrarlo cuando la temporada agrícola no ha dado mucho de sí. Pero quienes perciben la renta creada en 2002 no pueden completar el número de jornadas requeridas (35) con estos programas. El sindicato UGT denuncia esta situación, porque, en su opinión, genera una discriminación entre los que cobran la renta agraria y quienes perciben el antiguo subsidio agrario.
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