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6ix9ine, el rapero gángster multicolor que enlaza ‘hits’ con problemas con la justicia

Daniel Hernandez, que ha sido 'top' 10 de Billboard en varias ocasiones, se enfrenta a varios cargos por robo a mano armada y venta de drogas

El rapero 6ix9ine, durante su presentación en el desfile de Philipp Plein, en septiembre de este año.
El rapero 6ix9ine, durante su presentación en el desfile de Philipp Plein, en septiembre de este año.AP
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El rapero 6ix9ine ingresado en el hospital tras ser secuestrado y atacado en Brooklyn

6ix9ine es un profesional de llamar la atención. Desde su nombre –literalmente, sesentaynueve, en alusión a la postura sexual– hasta su aspecto, con el pelo y los dientes teñidos de los colores del arcoiris y tatuajes con el número de su nombre repartidos por cuerpo y cara. El joven rapero (22 años) ha protagonizado uno de los ascensos más fulgurantes de los últimos años en el mundo del rap: hace apenas un año y medio era un desconocido total, un pequeño delincuente de Nueva York que acababa de empezar a grabar canciones y estaba asociado a bandas como los famosos Bloods. Ahora, tras lanzar éxitos con Nicki Minaj y el puertorriqueño Anuel AA, su pasado parece haber vuelto para alcanzarle: el artista ha sido acusado de extorsión y vínculos con el crimen organizado y se enfrenta a una posible condena de cárcel.

No es el primer problema que el joven rapero tiene con la justicia. 6ix9ine se encontraba en libertad condicional después de haber sido condenado este mismo año por grabar a una menor mientras le practicaba sexo oral y difundir el vídeo en Internet. Antes de ser famoso, ya había sido condenado por tráfico de drogas, pero la acusación actual es de otro nivel: según la Oficina del Fiscal Federal para el Distrito Sur de Nueva York, el artista participó en un robo a mano armada, en varios tiroteos y estuvo involucrado en la venta de drogas altamente adictivas. Su antiguo mánager y varios de sus colaboradores también han sido arrestados en una operación que podría costarle 32 años de prisión. El juez, además, le ha denegado la posibilidad de fianza, por riesgo de que el neoyorquino “continúe siendo un peligro para la comunidad”.

6ix9ine o Tekashi, su otro nombre artístico, se llama en realidad Daniel Hernandez y ha tenido una vida por lo menos complicada. Nacido en Nueva York de madre mexicana, nunca conoció a su padre biológico y el adoptivo murió asesinado a tiros cuando Hernandez tenía 13 años. El rapero tuvo que dedicarse al menudeo de drogas, principalmente marihuana, para ayudar a su familia y llegó a pasar un tiempo en la prisión de Rikers, donde tuvo contactos con la banda Nine Trey Gangsters, asociados a los Bloods –banda principalmente afroamericana conocida sobre todo por su mortal rivalidad con los Crips, retratado en películas como Colors (1988), de Dennis Hopper–.

El verano del año pasado, Hernandez comenzó a ganar popularidad en Internet por su curioso aspecto y su agresivo estilo de rapear, convirtiéndose muy rápido en un meme andante. Su primer sencillo, Gummo, llegó al número 12 de Billboard gracias, en parte, a la habilidad de 6ix9ine de ser noticia permanentemente: desencuentros con otros músicos, vídeos rocambolescos, desafíos públicos a todo tipo de bandas criminales… El rapero siempre se ha sentido a gusto en el ojo del huracán y ha hecho de la polémica una forma de vida, que le ha servido para impulsar sus cada vez más exitosos singles. Fefe, con Nicki Minaj, estuvo en el top 3 en Estados Unidos y Bebe, con Anuel AA, ha sido número uno en varios países. Y 6ix9ine es toda una estrella de Instagram: más de 15 millones de seguidores y vídeos con millones de visitas. Uno que levantó especial polémica fue el que publicó en marzo de este año, en el que aparecía en zonas pobres de República Dominicana repartiendo dinero a niños pobres y llamándose a si mismo “ángel”.

Sin embargo,  nunca ha tenido ningún problema en reconocerse abiertamente como un gángster o un pandillero. Al contrario, siempre ha presumido de ello en sus canciones y hace poco un juez le prohibió seguir haciendo apología de las bandas criminales en sus temas o relacionarse con pandilleros, dentro de los términos de su libertad condicional. Incluso, recientemente, el rapero debió paralizar el rodaje del vídeo de Mama, en el que participaba Kanye West, después de que una persona no identificada disparara contra la mansión en la que se realizaba la filmación. Nadie resultó herido y 6ix9nine dio las gracias en Instagram por estar “vivo y libre”. Una situación que no le ha durado mucho a Hernandez, que tendrá que ver cómo se lanza su primer disco –Dummy Boy está previsto para este viernes, 23 de noviembre– desde la cárcel.

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