Navidad impuesta
Cada vez se adelantan más los alumbrados navideños en las ciudades, pero creo que este año nos hemos pasado. Hace dos semanas, en mi calle ya estaban montados los adornos navideños (encendidos, aún no). Esto hace que la Navidad pierda su esencia. Todo se acaba convirtiendo en un simple ritual de consumo en el que cuanto antes empezamos a verla, más prisa nos entra por comprar regalos, adornos y demás. Volvamos a la Navidad real, donde importa reencontrarse con esas personas que no ves en todo el año, comer con toda tu familia, pasar ratos juntos… y dejemos lo banal a un lado.
Lorena Barrera, Barcelona.
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