Flaco favor a la Justicia
Creo que es razonable someter a crítica la última decisión de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo. Hasta ahora las decisiones del poder judicial han sido intocables, como si de un dogma se tratara. Pues bien, a la vista de lo ocurrido entiendo que en el futuro va a ser difícil acatar dichas resoluciones sin reproche. Creo que la última resolución del Alto Tribunal sobre quién ha de soportar el coste del impuesto de actos jurídicos documentados pone en entredicho el concepto de la Justicia. Uno se pregunta si la doctrina jurisprudencial va a ser inamovible de ahora en adelante. Así las cosas, difícilmente podrá la Justicia adaptarse a las circunstancias de tiempo, lugar y modo que, en definitiva, son las que determinan las pautas a seguir en cada caso. Flaco favor se ha hecho a la Justicia con mayúscula con una resolución como la adoptada finalmente.
Antonio García-Saúco Beléndez. Irún (Guipúzcoa)
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