La indulgencia de Google
Uno no sale de su asombro cuando le llegan noticias como la del acoso sexual o comportamiento inapropiado por parte de un ejecutivo de Google a una empleada a la que, según se informa, forzó a realizar prácticas de sexo oral. El ejecutivo en cuestión recibió por salir de la empresa una suculenta indemnización de nada menos que 90 millones de dólares, con la eufemística fórmula “compensación de salida”. El acoso en el entorno laboral tiene un efecto devastador para la víctima, que incluso suele mostrarse reacia a denunciar por el temor a represalias, por vergüenza o pudor o por anidar el sentimiento de desprotección; la empresa, en lugar de prevenir, proteger a la víctima, perseguir al acosador y activar los protocolos de actuación, premia generosamente a este último. Proceder empresarial a todas luces vergonzoso.
Haría bien Google en rectificar y reconsiderar públicamente su decisión de manera que el ejecutivo devolviese esa impresentable indemnización.
José María Torras Coll
Sabadell (Barcelona)
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