Un año después del terremoto de magnitud 8,2 que devastó el Istmo de Tehuantepec, la reparación de una de las ciudades más afectadas continúa a paso lento
Dos trabajadores esperan pedidos al lado del palacio municipal (antigua sede del Ayuntamiento), abandonado tras los graves destrozos sufridos por el terremoto del 7 de septiembre de 2017.Alicia FernándezLa fachada del palacio municipal, con su torreón parcialmente derruido, esconde una construcción completamente agrietada en el interior, con paredes y techos caídos. Muchos de los documentos municipales se han perdido entre los escombros.Alicia FernándezEn una pequeña habitación del palacio municipal, miembros del equipo de seguridad vial de Juchitán tienen todavía su oficina. Las grietas recorren de arriba a abajo sus paredes.Alicia FernándezOtro de los edificios que quedó impracticable tras el terremoto de magnitud 8,2 fue el mercado. Desde hace un año, los comerciantes han tenido que instalar puestos en la plaza principal de la ciudad donde venden sus productos en condiciones precarias.Alicia FernándezLa reconstrucción del mercado municipal avanza a paso lento. Las autoridades han asegurado a los comerciantes que en noviembre podrán volver a su espacio original de venta.Alicia FernándezLa principal iglesia de Juchitán, San Vicente Ferrer, perdió una de sus torres durante el seísmo, que cayó en el patio, donde hoy se ve un profundo hoyo. La cúpula apenas se mantiene en pie.Alicia FernándezLa iglesia San Vicente Ferrer se encuentra en tal estado de abandono que aún se pueden encontrar esparcidas por el suelo las esculturas que decoraban sus paredes.Alicia FernándezArgelia Sarabia, de 44 años, vive en San Blas de Atempa, a 26 kilómetros de Juchitán. Esta madre soltera de tres hijos perdió tras el terremoto su medio de subsistencia: un horno totopero. Hoy, con el apoyo de Save the Children y la Unión Europea, ha recuperado su herramienta de trabajo.Alicia FernándezTan solo unos muros es lo que resta de la biblioteca pública de la pequeña localidad de Asunción Ixtaltepec, a unos 10 kilómetros de Juchitán, también seriamente dañada tras el seísmo.Alicia Fernández
