Madrid, suelo de usureros
Los alquileres en la capital no solo no dejan de aumentar, sino que los caseros cada vez tienen menos escrúpulos. Soy estudiante y pago 500 euros al mes por una habitación en un piso compartido con tres compañeros en Argüelles. No tenemos funda en el sofá, ni cortinas, campana extractora o baldosa que no esté rota. Una cree que la cosa no puede empeorar hasta que, con 15 días de antelación, te avisan de que te suben el alquiler a partir de septiembre además de tener que pagar una “cuota de administración” por valor de una mensualidad (y que hay que pagar en mano, por cierto) y 24 horas para decidir si nos quedamos o no. Le explicas que por aplicación de la LAU no pueden subir el alquiler, el inquilino tiene derecho a renovar el contrato en las mismas condiciones hasta al menos tres años, pero eso no les importa. Saben que no tienes adónde ir. Y si contigo no funciona, con otro lo hará. Por favor, que alguien les explote la burbuja.— Mara Ríos Carrillo. Madrid.
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