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Beyoncé blinda su imagen (incluso en ‘Vogue’)

La cantante será portada del número de septiembre de la revista, en la que esta vez concederá una entrevista y para la que ella misma ha elegido hasta el fotógrafo

Beyoncé Knowles llega a los premios MTV en el 'Madison Square Garden', en Nueva York, en agosto de 2016 .
Beyoncé Knowles llega a los premios MTV en el 'Madison Square Garden', en Nueva York, en agosto de 2016 .James Devaney (GC Images)
María Porcel
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Las portadas de las revistas, esas que miramos de reojo al pasar por un quiosco, son su carta de presentación, la punta de la pirámide que refleja cientos de horas de trabajo en decenas de páginas. Las portadas de revistas de moda, concretamente, son un producto extremadamente cuidado, y si hablamos de Vogue en su edición estadounidense, todavía más. Ya si se trata del número de septiembre, su mimo es tal que se le ha dedicado incluso un documental, The September Issue.

Anna Wintour, editora jefe de la revista desde 1988, mantiene un férreo control sobre los contenidos y las formas de toda la revista, pero en concreto sobre dicho número y su portada. El de septiembre es el más importante del año, al dar cuenta de las novedades de otoño, el arranque del curso; en ocasiones su grosor es tal que los repartidores que la llevan a domicilio —un sistema muy habitual en EE UU— se han quejado de que no pueden introducirla en los buzones. Este año será todavía más especial: su protagonista será la cantante Beyoncé.

Beyoncé en los premios Grammy en Nueva York, en enero de 2018.
Beyoncé en los premios Grammy en Nueva York, en enero de 2018.Christopher Plk (Getty Images)

Sin embargo, este año Wintour tendrá que soltar sus férreas riendas en pos de la cantante. La artista será la portada de ese mítico número de septiembre precisamente en el año en el que Wintour cumple tres décadas al frente de la cabecera. Y no tiene intención de marcharse: pese a que se la situaba en la casilla de salida de la revista, el presidente ejecutivo de la empresa editora, Condé Nast, ha asegurado que se quedará “como directora de y directora artística de Condé Nast de forma indefinida”.

Según fuentes de la publicación, Beyoncé protagonizará ese número…pero con condiciones. No podría ser de otra manera: ella siempre manda, en los tiempos y en las dosis, y tiende a estar detrás de la superficie visible, como demuestra gracias a esta portada. Algo que ya hizo en 2015, cuando ocupó también tan privilegiada ubicación. Aunque en aquella ocasión lo hizo sin la habitual entrevista que acompaña al reportaje fotográfico. Dos fuentes anónimas, citadas por la edición estadounidense del HuffPost, afirman que esta vez sí que habrá entrevista, pero que no será Wintour, sino Queen B, quien decidirá incluso las imágenes de la sesión que se publicarán, tanto en portada como en el interior, y nada menos que los pies de foto que las acompañan. 

Porque Beyoncé dosifica con cuentagotas las entrevistas. Forma parte de su política, personal y empresarial, si es que esa separación es posible de delimitar. La última, apenas un par de líneas acerca de arte y joyas, fue en mayo a Vogue en Reino Unido. Antes habló (y fue portada) en abril de 2016 con la revista Elle en EE UU, y fue sobre todo para promocionar su marca de ropa. La anterior había sido en 2014 y por correo electrónico a la revista Out. De hecho, es más fácil que pregunte a que hable: en enero de 2017 fue la entrevistadora de su hermana Solange Knowles en Interview.

Más allá del texto, la gran innovación de Beyoncé Knowles este año está en la fotografía. Es ella quien ha elegido al fotógrafo que la retratará para la portada. Y está muy lejos de los grandes nombres que suelen adornar esas imágenes, como los de Mario Testino (que lo hizo en 2015), Patrick Demarchelier, Mert Alas y Marcus Piggott o Annie Leibovitz (que fotografió a Jennifer Lawrence en el september issue del año pasado ante la estatua de la Libertad). En este caso será el joven Tyler Michell, de 23 años, que se convertirá en el primer fotógrafo negro que realiza una portada para la publicación en sus 126 años de historia.

Según las mismas fuentes del HuffPost, “la razón por la que un fotógrafo negro de 23 años retrate a Beyoncé para la portada de Vogue es porque la propia Beyoncé ha usado su poder y su influencia para conseguirle ese encargo”. Un encargo que será, sin duda, un revulsivo en su carrera: el ejemplar suele rondar las mil páginas, con más de 600 anunciantes de media y tira más de un millón de ejemplares. Y esta prevé se superventas.

Su juventud no le quita méritos, y demuestra que Beyoncé (o, para desmitificar su leyenda, sus colaboradores) saben muy bien lo que hacen. Mitchell —originario de Atlanta pero asentado en Nueva York, en cuya universidad estudió— no es ningún recién llegado: en 2015 autoeditó un libro de fotografía sobre Cuba, The New York Times aseguró en diciembre de 2017 que con su “intensa mirada” era un talento más que interesante, y ha trabajado ya para marcas como Givenchy, Ray Ban o Converse. Además, conoce bien a las dos familias: ha hecho trabajos para Solange Knowles, la hermana de la artista; ha firmado reportajes para Teen Vogue (la edición junior de la revista en EE UU) y ha sido director de vídeo en Condé Nast.

Una forma más para la artista de demostrar su poderosa influencia en casi cualquier industria, donde es omnipresente pero del modo en el que a ella le gusta: puede pasar meses sin publicar una imagen, pero luego sacar todo un álbum de fotos en su web. En el ámbito musical se corona con sus éxitos musicales y sus conciertos (abrió el festival de Coachella este año tras cancelar en 2017 por su embarazo), pero también en el ámbito comercial: su marido, socio y pareja artística, Jay Z, es el dueño de la plataforma Tidal, donde ambos estrenan sus trabajos. En las redes sociales, cada una de sus fotografías se convierte en viral, y la imagen del embarazo de sus gemelos rompió el récord de me gusta en Instagram. Las fotos de la pareja desnuda el pasado junio (donde supieron aunar como solo ellos saben lo personal y lo profesional) dieron la vuelta al mundo. No cabe duda de que su portada en Vogue, más suya que nunca, también está avocada a dar que hablar. 

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Sobre la firma

María Porcel
Es corresponsal en Los Ángeles (California), donde vive en y escribe sobre Hollywood y sus rutilantes estrellas. En Madrid ha coordinado la sección de Gente y Estilo de Vida. Licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual, Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, lleva más de una década vinculada a Prisa, pasando por Cadena Ser, SModa y ElHuffPost.

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