Eufemismos políticos
Los dirigentes de los partidos políticos, independientemente del signo que sean, no dejan de sorprendernos. Utilizan continuamente eufemismos en vez de llamar a las cosas por su verdadero nombre. El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero negó hasta límites insospechados la crisis en la que nos encontrábamos y la calificaba como “desaceleración económica”; cuando el Gobierno de Mariano Rajoy entró a saco con las privatizaciones las llegó a calificar como “externalizaciones”. Los partidos tradicionales han llegado, incluso, a calificar el déficit económico como “crecimiento negativo”. Por si todo esto fuera poco, el equipo de gobierno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha rizado el rizo llegando a definir los recortes —esos que tanto criticaba antes de llegar al poder— como “ajustar o reprogramar inversiones”. ¿Hasta cuándo vamos a aguantar tantos juegos lingüísticos?— José Manuel Mingo Jiménez. Bilbao.