
Más de la mitad de los refugiados sirios en Líbano está fuera de la escuela
El coste del transporte hacia el centro de educación y el trabajo infantil son algunos de los principales obstáculos para los jóvenes entre 3 y 18 años




El proyecto Frans Van Der Lugt, que Entreculturas y el Servicio Jesuita a Refugiados llevan adelante en Borj Hammoud (Beirut) desde 2014, abarca apoyo en el aprendizaje y educación preescolar, además de servicios de apoyo psicosocial y formación profesional para mujeres. Unos 400 alumnos de entre cinco y 14 años frecuentan el centro. Las clases de apoyo están dirigidas a estudiantes que por la tarde acuden a la escuela pública.
Entre los profesores hay libaneses y sirios. Sin embargo, estos últimos son voluntarios, debido a las restricciones impuestas por la ley para el trabajo de los refugiados.
Luis Manuel Rivas


![Tamim [nombre ficticio] tiene casi 14 años y nació en Alepo. Hace cuatro años dejó su país natal, Siria, para desplazarse con toda la familia a Beirut y dejar atrás un conflicto que en siete años ha causado más de 500.000 muertos. Nunca ha estudiado en una escuela, ya que no ha encontrado un centro equipado para acogerle debido a sus limitaciones físicas.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/TAHLX3WIRJODPOKG2DLNT6BV6E.jpg?auth=bb91e8199a69494fffec2d4b864f81e7e01794976003924ae03182bac3b78586&width=414)
![<p>Hala [nombre ficticio], de 14 años, viene de Kobane. Al salir de Siria en 2013, tuvo que abandonar los estudios. Aunque admite que en su momento no le gustaron muchos las aulas, hoy sueña con convertirse en abogada.</p> <p>Hala y Tamim acuden al centro Frans Van Der Lugt para participar en las actividades del Club de los Jóvenes, dirigido por una trabajadora social.</p>](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/B4SSB2HPW5NADCP37WN5SJ4GBI.jpg?auth=26dc99c9aa60b3964aa08e2d5faf5ca0ae9d5eaf6fc7ea100682c72b05191ede&width=414)
Hala [nombre ficticio], de 14 años, viene de Kobane. Al salir de Siria en 2013, tuvo que abandonar los estudios. Aunque admite que en su momento no le gustaron muchos las aulas, hoy sueña con convertirse en abogada.
Hala y Tamim acuden al centro Frans Van Der Lugt para participar en las actividades del Club de los Jóvenes, dirigido por una trabajadora social.
Luis Manuel Rivas


Más de 1.600 alumnos estudian en las tres escuelas que Entreculturas y el Servicio Jesuita al Refugiado gestionan Bar Elias, en el Valle de la Bekaa, en colaboración con la Fundación Kayany. Estos centros obtuvieron un permiso especial del Gobierno libanés para impartir educación formal y suplir las carencias de estructuras públicas.
En la imagen, un alumno de la escuela de Talyani, en el homónimo asentamiento informal de refugiados.
Luis Manuel Rivas

