El caso Gürtel
Las condenas del caso Gürtel, y muchas otras que se han producido en los últimos años contra numerosos cargos del partido en el poder, desmienten completamente a quienes dudan de la independencia de la justicia en España y de que en nuestro país no impera el Estado de derecho. Mucho más dramático sería que estos corruptos ni siquiera llegaran a ser juzgados ni fueran condenados, como ocurre cuando el Estado de derecho o la justicia independiente están sometidos al poder político o se eliminan por completo.— Carlos Bravo. Graus (Huesca).
Es desalentador comprobar a diario la infinita codicia de cada vez mas políticos y servidores públicos. Para ellos no es suficiente con cobrar sueldos millonarios, tener sustanciosas pensiones vitalicias, conseguir ventajas fiscales y prerrogativas excepcionales inalcanzables para el resto de ciudadanos. Para estos políticos no es suficiente llevar una vida regalada de lujo y boato. Para ellos no es suficiente disfrutar de estancias fantásticas en mansiones y palacios públicos y trabajar en lugares céntricos con enormes despachos y eficientes colaboradores. No les es suficiente con viajar en primera clase o desplazarse en vehículos elitistas con chófer y sin pagar seguro, gasolina, mantenimiento, ni tener problemas de aparcamiento o atascos. Para ellos no es suficiente comer y cenar a diario con cargo al contribuyente, ni rodearse de personas poderosas e influyentes que les beneficiarán a ellos y a sus familias. Para estos políticos corruptos, avariciosos y codiciosos, nada es suficiente. Para satisfacer su infinita e insaciable codicia quieren más. Quieren más dinero, más títulos, más ventajas, más poder. En definitiva, lo quieren todo.— Joaquín Fernández. Pozorrubio de Santiago. Cuenca.
Tras la sentencia de ayer solo quiero recordar la cita del maestro Emilio Lledó. “España es un país mucho más decente y luminoso por la sabiduría de la gente. Esta sabiduría tiene que ponerse en práctica. No podemos dejar el país en manos de una política con una parte regida por oportunistas y por indecentes. Que el imperio de la indecencia domine en la política es intolerable; ese imperio es fruto del dominio de ciertas oligarquías que piensan que lo único que hay que hacer es ganar dinero y crear ideologías aptas para que esa oligarquía siga con poder”. Pero ahora, Ciudadanos dice que todo cambia. Podemos, que se presente una moción de censura. Torra, que la reciente operación de la Udef es una cortina de humo. Y el PNV apoyó los Presupuestos por responsabilidad. Podemos cerrar este breve relato citando a Unamuno con un “me duele España”.— Agustín García A. Málaga.
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