Supervivientes por partida doble: a la naturaleza y al maltrato

Un informe publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo muestra la estrecha relación entre la desigualdad de género y las consecuencias causadas por desastres naturales que afectan especialmente a mujeres y niñas. En Puerto Rico, tras el paso del huracán ‘María’, del 20 de septiembre al 15 de noviembre 2017, la policía registró 1.175 incidentes de violencia de género. En la imagen, Katalina y su hija, huéspedes del Hogar Ruth en Vega Alta. Katalina vino de Ecuador y encontró la fuerza para romper con su excompañero puertorriqueño en los días del huracán, exasperada por la situación y la relación violenta.

Uno de los tatuajes de Alba representa los "golpes duros" que ha recibido en la vida.

Vilmarie Rivera, directora del centro Hogar Nueva Mujer en Cayey, una ciudad del sureste de Puerto Rico. "Entre septiembre de 2017 y febrero de 2018 nos hemos encargado de 233 casos, 36 más que los registrados en el mismo período entre 2016 y 2017". No se ha activado ningún protocolo para proteger a las víctimas en esta situación de emergencia e inseguridad".

Emaira, que tiene dos hijos, es una de las víctimas de violencia de género que ha recibido asistencia en el centro Hogar Nueva Mujer. Antes de que el huracán devastara la isla, el 20 de septiembre de 2017, ella trabajaba como conductora de un autobús escolar, pero la tormenta se llevó carreteras, puentes, casas, postes de luz y hasta su trabajo.

Alba, víctima de violencia doméstica y Luz, su intercesora legal. Alba vivía en una casa en medio del campo en las afueras de Cayey y el paso del huracán casi la destruyó. En ese contexto, discutió con su compañero de forma muy violenta. Ella intentó suicidarse y él desapareció, hasta que un día regresó para intentar asesinarla. Las balas impactaron en el coche y en la parte exterior de la habitación de su hijo.

El hogar Nueva Mujer se convirtió en centro neurálgico en los días posteriores al huracán: "Tuvimos que subir el nivel de alerta porque cualquier voluntario podía ser un agresor, pero este cambio nos dió la oportunidad de entrar en contacto con muchas mujeres que se nos acercaron con cualquier excusa", explica su directora.

Carmen Castelló, extrabajadora social, archiva por su cuenta todos los casos de mujeres asesinadas o desaparecidas en Puerto Rico. "Hago esto para mantener la alerta, para alentar a la policía a investigar más y mejor, y para que estas mujeres no sean olvidadas".

El archivo de las mujeres desaparecidas en Puerto Rico en el ordenador de Carmen Castelló, que administra la página de Facebook llamada 'Seguimiento de casos'.

En Vega Alta, en la costa norte de la isla, el Hogar Ruth ha visto casi triplicar los casos post María: 182 de octubre a diciembre de 2017 contra los 63 en el mismo trimestre de 2016.