Bajo el mando de una heroína
El vuelo Southwest 1380 del pasado martes entre Nueva York y Dallas pasará a la historia por el grave accidente sufrido. La piloto Tammie Jo Shults comunicaba con serenidad y claridad la repentina explosión de uno de los motores del avión. A pesar de la muerte de una pasajera y del peligro de la situación, Shults consiguió realizar un aterrizaje de emergencia en Filadelfia. Hoy debería reconocerse su mérito y su acto de heroicidad por su profesionalidad y control de la situación, quizás gracias a haber sido piloto de combate años atrás. Los pasajeros y el resto del mundo estamos agradecidos por todas las muertes que evitó y lo bien que actuó.— Miriam Pérez Antolín. Madrid.
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