La vuelta de MGMT: "Es divertido mezclar cosas repugnantes con música pop"
Tras cinco años de silencio, la banda americana regresa con su nuevo álbum ‘Little Dark Age’. Un canto al mal gusto (estético), los estribillos facilones y con más crítica social de lo que ellos mismos se imaginan
Cómo pasa el tiempo. Diez años en concreto desde que su primer álbum, Oracular Spectacular (Columbia Records) hiciera que una anecdótica banda de Connecticut acortara en siglas su nombre de pila -The Management- para abastecer de hits a una generación lista para irse al Coachella con sus mejores galas. De poner estribillo a un verano hipster, las canciones de MGMT pasaron a frecuentar todo tipo de círculos como sinónimo de buen gusto y tendencia para las mentes más comerciales. Y si no, que levante la mano quien no haya bailado Electric Feel en alguna carpa del Primavera Sound. O tarareado Time to Pretend al final de la Temporada 1 de Gossip Girl o en la secuela de Sensación de Vivir. Hasta Nicolas Sarcozy hizo uso de Kids -sin su permiso- en mítines y anuncios durante las elecciones francesas de 2009, con posterior demanda económica del dúo americano.
La banda formada por Ben Goldwasser y Andrew VanWyngarden en su primer año de universidad encabezó ese movimiento neo psicodélico que aturdió al rock en el comienzo de los 2000. Idearon toda una estética 'festivalera' que luego se encargarían cadenas de ropa como Topshop o Asos.com de difundir basada en gafas Wayfarer de colores, camisetas raveras, bandanas de leopardo y un fondo de armario recopilado en tiendas de segunda mano. Dos discos más tarde y con el cansancio acumulado de una gira perenne casi sin descanso, decidieron poner tierra de por medio en 2014. Tocaba centrarse en sus vidas personales para mirar con cierta distancia el camino recorrido y así saber qué rumbo tomaría el futuro de la banda.
Un parón existencial que decidieron romper por mail hace año y medio y que ahora se materializa en la publicación de Little Dark Age, su nuevo álbum. Un título no casual como anuncia su primer videoclip, en el que Andrew (guitarra y voz) se mete en la piel de un Robert Smith vampírico entre viñetas de tintes siniestros y surrealistas. Para no seguir con las conjeturas, el mismo nos desvela en una llamada telefónica desde Boston si se trata de su disco más pesimista o es simple cuestión de estética.
En Behind the scenes of Little Dark Age, un corto documental a modo de making of sobre la grabación de vuestro nuevo álbum, declaras que el titulo surgió a partir de una simple anécdota que tenías apuntada en tu móvil. Lo cierto es que tras escuchar el disco varias veces y diseccionar las letras que contiene, se percibe cierta atmósfera pesimista y oscura, marcada por un escepticismo constante.
Andrew: Es sin duda, nuestro disco más escapista, un sincero reflejo de lo que está pasando ahora en nuestras vidas. Grabarlo fue casi como una experiencia comunal por todas las personas que colaboraron y cuyo acercamiento personal ha influido en el resultado final. Nos permitió escribir canciones más directas y que conectaban de forma íntima con nuestros mismos. Es quizá el álbum más personal que hemos hecho.
"Puede que el clima crítico que vive EE UU y el mundo nos haya obligado a plantearnos nuestras vidas de una manera más existencial"
Si no se trata de un disco pesimista al menos la crítica social está bien servida: en Time Spent Looking At My Phone (Tslamp), una balada con tufillo funk que trata el descontento y la angustia que supone estar atado a tu teléfono todo el día. One Thing Left To Try, en cambio, es casi un himno ochentero sobre ciertos pensamientos suicidas que rondan nuestra mente.
A: No era nuestra intención resultar críticos sino más bien hablar sobre el cauce que está tomando las cosas en general, lo que sucede en nuestras vidas globales. Y eso es algo siempre ha estado muy unido a nuestra manera de escribir canciones.
Este álbum fue grabado durante las elecciones presidenciales de EE UU en 2016. ¿Afectó de alguna manera a su producción?
A: El panorama político actual hace que vivamos tiempos complicados para la música y el arte en general, por lo que es difícil que no se refleje en nuestro trabajo. Esto no quiere decir que sea un disco abiertamente político pero sí que el clima crítico que vive EE UU y el mundo nos haya obligado a mi entorno y a mí a plantearnos nuestras vidas de una manera más existencial. En este álbum hemos querido poner en duda todo aquello que dábamos por sentado, ponerlo en un plano más humano a través de nuestras letras.
Antes mencionabas que se trata casi de un disco casi comunal, con apariciones estrella como Ariel Pink, James Richardson o Sébastien Tellier. En la producción se ha sumado Patrick Wimberly, el músico de Nashville al frente de Chairlift. Además de colaborar con bandas como Kelela o Blood Orange, es reseñable sus labores de producción para Beyoncé y su hermana Solange. ¿Cómo fue trabajar juntos?
A: Colaborar con Patrick nos abrió mucho la mente, tanto en el estudio como en creación de las letras. Es ese tipo de personas que te animan a mantener tus ideas por muy locas que sean, y que en el pasado hubiéramos desterrado por cuestiones técnicas. Fue muy alentador.
Dave Fridmann (The Flaming Lips, Mercury Rev, Spoon) es ya casi un miembro más de la banda. Ha estado presente en vuestra carrera desde el primer álbum y repite ahora en la producción de Little Dark Age. ¿Qué aporta a vuestra música que lo hace imprescindible?
A: Mantenemos una relación muy buena desde hace ya... ¿once años? Nos conocimos en la grabación de Oracular Spectacular (2008) en los estudios de Columbia Records y desde entonces hemos mantenido una conexión especial. Dave es ese tipo de gente que entiende a los artistas como personas. Sus ideas son muy intuitivas en el estudio y en sintonía con lo que Ben (Goldwasser) y yo buscamos. Hace que todo sea fácil y cómodo.
En la canción Me and Michael os hacéis pasar por una boy band que roba un hype ñoño a un grupo filipino llamado True Faith (que realmente existe, por cierto). ¿El personaje de Michael es de carne hueso o podría haber sido Frank o Robert?
A: Jaja, sí, es totalmente ficticio. Ben y yo queríamos escribir la canción más facilona y pegajosa del mundo jugando un poco con la ambigüedad. Si revisas nuestra canción más popular, Kids, no sabes muy bien lo que pasa en ella y a día de hoy, sigo si saberlo... En ambos casos buscábamos recrear una atmósfera que te transportase a un estilo musical más que a la historia en sí.
En este álbum como en otros anteriores, la psicodelia marca la estética de vuestro trabajo, con una rápida asociación a la producción musical que en los 60 se hacían bajo el efecto de determinadas drogas. En vuestro caso, ¿también "os dejáis llevar" a la hora de crear"?
Bueno, nunca hemos hecho apología de las drogas en la creación de nuestra música. Puede que esté instruida en una tradición musical basada en la experiencia de drogas psicodélicas pero no hacemos realmente psicodelia. No es lo mismo estar influenciado que serlo.
Vuestra música no se entendería bien sin la creatividad visual que acompaña tanto a vuestras portadas como a los vídeos. Una vez Michael Jackson dijo que solía visualizar el videoclip de una canción mientras la escribía. No sé si vuestro caso es tan extremo pero ¿de qué manera os implicáis en su dirección creativa?
A: Siempre nos ha gustado ser parte activa y proponer ideas a posteriori de la grabación del disco. Es un aspecto muy importante en nuestra música y buscamos colaborar con amigos y gente que comparta nuestros gustos.
En la producción audiovisual de Little Dark Age se pasean rostros conocidos de la esfera Brooklyn donde solías residir como Alex Karpovsky, que encarnó al personaje de Ray en Girls. Es el protagonista del videoclip de When you Die al que Sébastien Tellier pone su risa maléfica. ¿Qué determina este pintoresco casting en vuestros vídeos?
A: Alex es gran amigo de Mike Burakoff y Hallie Cooper-Novack, los directores del vídeo. Ellos suelen hacer cargo del casting. En el caso de Sébastien fue por casualidad, estaba grabando con Dita Von Teese al lado del estudio de Ben en Los Angeles y un día hablando terminó haciendo cameo para el nuestro.
Michael Buscemi, director, actor y hermano menor de Steve Buscemi -todo un clásico en las pelis de los hermanos Coen- os acompaña en ese fake de banda que recreáis para ‘Me and Michael’.
A: Steve es del barrio donde solía vivir en Nueva York y es también amigo del director Joey Frank. Fue bastante guay la verdad, nos reímos mucho...
En ambos vídeos se manifiesta algo ya recurrente en vuestro estilo: el mal gusto y la estética gore. Un pastel de gelatina relleno de tripas humanas, una operación de intestino al descubierto o incluso una funda de iPhone que parece un trozo de carne viscosa. ¿A qué se debe esta filia tan asquerosa?
A: Es divertido mezclar un imaginario de cosas repugnantes con música pop. Quisimos hacer un tributo al cine de horror corporal de David Cronenberg, en concreto, a su película eXistenZ (1999). Tanto a Ben como a mí siempre nos ha entusiasmado los aliens, el gore y el cine un poco extravagante de terror. Nuestras canciones podrían servir de banda sonora para pelis de John Carpenter, por ejemplo.
Este álbum supone el regreso de la banda tras un parón de cinco años desde la publicación de MGMT, vuestro tercer álbum. ¿Por qué pasó tanto tiempo?
A: Al final de la gira en 2014, nos sentíamos bien como banda pero inseguros sobre la dirección que debíamos tomar en un futuro. Ambos necesitábamos un cambio; Ben se sentía cansado y no muy feliz, quería dejar Nueva York y centrarse en su vida personal. Se mudó a Los Angeles con su novia y yo me establecí en Rockaway Beach (NY). Durante un tiempo nos dedicamos a otras cosas que no fueran la banda, pero en verano de 2016 cruzamos varios mails con la idea de retomar el proyecto. Trabajar a distancia nos ayudó mucho, cuando vivíamos en Nueva York eran todo distracciones, terminábamos quedando a tomar algo en vez componer nuevo material. Esta vez todo fue distinto.
"Al final de la gira en 2014, nos sentíamos bien como banda pero inseguros sobre la dirección que debíamos tomar en un futuro. Ambos necesitábamos un cambio"
Han transcurrido 10 años desde Oracular Spectacular, vuestro disco de debut. Por entonces erais unos veinteañeros que actuaban a pecho descubierto, con bandanas en la cabeza y se pintaban la cara de fosforescente. Ahora en la treintena, con Ben viviendo en la Costa Oeste y una imagen mucho más relajada, ¿cómo ha vivido MGMT la madurez como banda?
A: Hemos crecido en multitud aspectos. Una banda es como una relación en pareja; en nuestro caso se trata de un lazo creativo muy sólido que dura ya casi 15 años y que ha adoptado un sinfín de formas y direcciones. Lo más relevante es que nos hemos labrado una carrera seria como músicos. Cuando todo empezó, nos tomábamos muchas cosas de broma, nos parecían ridículas y absurdas. Con el tiempo nos dimos cuenta de que esta situación no se podía sostener: o lo hacíamos de coña o íbamos en serio para vivir de ello. En ese sentido, hemos madurado muchísimo.
Time To Pretend es uno de vuestros grandes éxitos y una de las canciones más recurrentes en cine y televisión. Puso música a los créditos del final primera temporada de Gossip Girl, se escuchó en la serie británica Skins y en el estreno del revival de Sensación de Vivir, 90210. Robert Luketic la usó como cabecera del film 21 Blackjack e incluso Tim Burton se sirvió de su estribillo para el trailer de la película Alicia en el Pais de las Maravillas. ¿Resulta un poco cansino tocar estos hits?¿Os seguís reconociendo en ellas?
A: Es una de las tres canciones más populares de nuestro primer álbum y eso sigue siendo muy importante para nosotros. Nunca vamos a distanciarnos de ese momento porque sigue siendo vital para la banda y las tocaremos cada noche en los conciertos.
El lanzamiento de este álbum está acompañado de una gran gira que arranca por vuestro país y seguirá por Europa y Sudamérica, con parada en e festivall Mad Cool en Madrid. Vuestros conciertos son celebres por una puesta en escena muy cuidada y sorprendente. ¿Podéis avanzarnos algún detalle?
Es algo que trabajamos mucho y puedo decirte que en esta ocasión la producción es la mayor que hemos hecho hasta la fecha. Tenemos preparado un juego visual de luces bastante potente y más de una sorpresa. Vamos a pasarlo muy bien.
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